Hannover (Alemania), 27 oct (dpa) – El actor alemán Mario Adorf, de 89 años, ve el final de su vida con calma, según dijo al grupo editorial Redaktionsnetzwerk Deutschland.
«Espero mantener en relación a este tema la serenidad que ya se me atribuía tempranamente en mi vida», dijo el actor nacido en Suiza. «Quiero aceptar la muerte de la forma en que me suceda», aseguró.
Por ahora a Adorf, quien se convirtió en uno de los actores más célebres de Alemania con papeles como el de Alfred Matzerath en «El tambor de hojalata», de Volker Schlöndorff, o Schukert en «Lola», de Rainer Werner Fassbinder, le va aparentemente muy bien.
De hecho, en un documental sobre su vida se lo ve actualmente, a su avanzada edad, pateando una lata por la playa con agilidad.
El ambiente en su casa también parece ser bueno y, según contó a la cadena estatal de televisión ARD, a veces canta bajo la ducha.
Tras levantarse por las mañanas, por lo general está «de buen humor y optimista», aseguró, a pesar de que no cree que haya vida después de la muerte.
«Preferiría poder verlo de modo distinto. La idea de la muerte me sería más fácil si tuviera la certeza de que hay otra después de esta», señaló.
Adorf dijo adiós a los escenarios este año con una gira de despedida.
El 7 de noviembre se estrena en el cine en Alemania el documental de Dominik Wesselys «Es hätte schlimmer kommen können» («Podría haber sido peor»), que recorre la vida y carrera de Adorf.