Erfurt, 24 oct (dpa) – Probablemente éste sea el mayor espectáculo culinario del mundo: cocineros y pasteleros de 59 países dan prueba de su arte en la ciudad alemana de Erfurt y presentan menús que son un deleite tanto para el paladar como para los ojos.
El equipo nacional alemán también se esmera por ganar el primer premio en esta edición del concurso, que tiene lugar cada cuatro años. Mathias Kleber, jefe de los profesionales germanos, acaba de lastimarse al filetear un pescado, pero sin perder tiempo se aplica un apósito, se coloca unos guantes y continúa trabajando ante la atenta mirada del jurado y del público.
No es para menos: los cocineros y pasteleros dirigidos por Kleber van en busca del título tras haber ocupado el tercer puesto por detrás de Suecia y Noruega en la edición de 2012.
¡Preparados, listos, ya! Un total de 30 equipos nacionales y 19 equipos de principiantes comenzaron a preparar sus creaciones durante el fin de semana ante la presencia de un jurado internacional de 60 miembros, que observa cada uno de sus movimientos.
Según Roland Kestel, miembro de la junta directiva de la federación alemana de cocineros que organiza el evento, no sólo se trata del placer para el paladar, ya que el arte culinario también implica perfección.
El ambiente en las cocinas es similar al de las competencias deportivas: los cocineros se palmean antes de comenzar a picar verduras, algunos hasta vienen acompañados por su club de aficionados. El desafío consiste en demostrar que el respectivo equipo está en condiciones de preparar un exquisito menú de tres platos así como de servir 110 porciones calientes del mismo para deleite del numeroso público, que tiene el placer de degustarlas.
El equipo alemán elabora platos en base a productos regionales. Tanto la producción local como la sustentabilidad de los alimentos continúan marcando las tendencias culinarias, explica el jefe Kleber.
El espectáculo en torno a ollas y sartenes en el que participan más de 2.000 cocineros y pasteleros de todo el mundo no deja prácticamente nada en manos del azar. Algunos equipos no sólo han traído en avión sus propias especias sino también pescado fresco y cortes de carnes especiales.
En total serán procesadas casi una tonelada de carne, 1,2 toneladas de pescado y 4,6 toneladas de verduras, según datos de la federación de cocineros alemanes.
La originalidad caracteriza tanto a los menús como a las «exposiciones de bandejas» con creaciones para copetín. Las obras de arte de azúcar y chocolate son opulentas, coloridas y profusas de detalles.
Una de las creaciones más fotografiadas del concurso es una escultura de azúcar presentada por el equipo de Turquía, que representa a la canciller alemana Angela Merkel.
Por Simone Rothe