Madrid, 29 oct (dpa) – Manuel Rivas no duda: la eclosión del género «narco» en España, con series, libros y películas sobre los capos de la droga en Galicia, tiene mucho que ver con el fenómeno de la serie «Narcos» y la fiebre desatada por la historia de Pablo Escobar.
El escritor gallego, uno de los pocos que hasta ahora había indagado desde la literatura en este capítulo de la historia reciente de su tierra natal, acaba de publicar «Vivir sin permiso y otras historias de Oeste», un libro compuesto por tres relatos -o novelas cortas, como prefiere llamarlas- con un denominador común: el narcotráfico.
Para Rivas (La Coruña, 1957), «el éxito» de «Narcos», la serie de Netflix sobre el capo colombiano Pablo Escobar, fue lo que «reactivó» el interés tras décadas de silencio por uno de los episodios más negros de Galicia, el que gira en torno a un grupo de pescadores y contrabandistas que tejió una extensa red de tráfico de drogas a partir de los años 70.
«Ahora se habla de todo esto, pero yo creo que lo raro es que no se hablase antes. Se habla porque estaba ahí latente y hay unos detonadores como el impacto de la serie ‘Narcos'», explica el escritor en entrevista con dpa. «Fue entonces cuando se pensó: tenemos un equivalente (a Colombia) aquí, salvando las distancias en cuanto a intensidad de violencia», añade el autor.
«Vivir sin permiso y otras historias de Oeste» se nutre de tres relatos en torno al narcotráfico para reflexionar sobre ideas como la libertad, la rebeldía, el miedo, la desobediencia o el poder.
«El narco va asociado al autoritarismo», asegura, vehemente, Rivas. «La verdadera droga es el poder».
El autor de novelas como «El lápiz del carpintero» o «Todo es silencio» destaca que el «poder oscuro» que emana del tráfico de drogas «se mueve mejor en el silencio» ya que agita intereses económicos «no solo en las propias organizaciones criminales».
«Los círculos se van ensanchando y surge un gran círculo gris donde podemos hablar del mundo financiero, de personas cómplices empotradas en el Estado. Todos sabemos que (en Galicia) hubo una parte de complicidad judicial y policial», analiza.
«Hubo momentos en los que Galicia pudo haber sido Sicilia o Colombia (…), pero es verdad que no quiso serlo. Y había ingredientes ya que se solapaban el poder del narco con el poder caciquil», continúa haciendo referencia a la reacción que surgió en la región contra el tráfico de drogas en los años 80 y 90, especialmente por parte de las llamadas «madres de la droga», que «sacudió la indiferencia».
Los relatos de Rivas -uno de ellos germen para una serie de televisión en España- van más allá de lo que el narcotráfico mueve para centrarse en cómo afecta a los seres humanos a su alrededor.
En el primero, titulado «El cuento de los erizos», los fardos de cocaína que hallan dos jóvenes pescadores pasan de ser «el objeto mágico» de cualquier cuento tradicional a un «objeto diabólico» que los pone en peligro. «Lo que late en este cuento es la cuestión de ser o no libre», dice Rivas.
«Vivir sin permiso», la segunda de las historias, se centra en la idea de poder, mientras que la última, «Sagrado mar», gira en torno a la desobediencia.
«El acto de desobediencia es el origen de la libertad humana. Y es posible que el final de la humanidad sea un acto de obediencia. El famoso dedo que pulsa un botón», reflexiona Rivas.
El escritor español, Premio Nacional de Narrativa en 1996, advirtió hoy de que tras las victorias electorales de Donald Trump en Estados Unidos y de Jair Bolsonaro en Brasil «la siguiente plaza codiciada» por la ultraderecha «es claramente Europa».
«Vemos que el neoautoritarismo funciona como internacional, vemos cómo hay un contagio», asegura el autor. «O se da una rebelión democrática o Europa puede pasar otra vez a manos autoritarias, con lo que esto significa de terrible, de repetición de la historia».
Por Ana Lázaro Verde (dpa)