Londres/Berlín/Estocolmo, 22 ene (dpa) – Miles de personas salieron ayer a las calles de las principales capitales europeas en el marco de la convocatoria global de la Marcha de Mujeres, cuya manifestación principal se celebró en Washington en protesta contra el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, un día después de su investidura.
«Hoy Londres se une al mundo para mostrar lo mucho que valoramos los derechos que cada mujer debería tener», dijo el alcalde de la capital británica, Sadiq Khan, que se unió a la marcha en las calles de la ciudad.
«Mostrando solidaridad con las mujeres de Londres y de todo el mundo», tuiteó sobre el evento que se celebra también en otras ciudades de Reino Unido y de toda Europa.
«Ahora es el momento de hacer historia en la lucha por la igualdad», señalaron por su parte los organizadores en Londres, urgiendo a la gente a «Levantarse. Hablar. Mostrarse».
También en París la multitud se congregó en las cercanías de la torre Eiffel. El diario «Le Monde» dio cuenta de varios cientos de personas, pero «Libération» habló de varios miles de participantes.
Al convocar a la protesta, organizaciones feministas y de defensa de los derechos humanos francesas reprocharon la actitud sexista y la oposición a la inmigración por parte de Trump. La asunción del político republicano supone una amenaza para la democracia, dijo una de las participantes en declaraciones a medios locales.
En la capital alemana, Berlín, cientos de personas se manifestaron frente a la embajada estadounidense respondiendo al llamamiento de la rama del Partido Demócrata para los estadounidenses expatriados (Democrats Abroad).
«Si no hay justicia, no hay paz» o «Soy feminista», fueron algunas de las consignas pronunciadas por los manifestantes que se congregaron en la céntrica Plaza de París.
También otras ciudades alemanas apoyaron la llamada Marcha de Mujeres, que aunque lleva ese nombre, está convocada en defensa de los derechos civiles y de las minorías y en protesta contra la misoginia, la violencia, el racismo, la homofobia y la intolerancia religiosa.
En las capitales del norte de Europa, cientos de personas salieron a las calles, con grandes protestas en Estocolmo, Oslo, Copenhague o Helsinki.
En la capital sueca, miles de personas marcharon entre la plaza Norrmalmstorg y la embajada estadounidense blandiendo pancartas como «No es el odio, sino el amor el que hará grande América de nuevo», en referencia al conocido lema de Trump, o «Sin manos pequeñas en las armas nucleares», en referencia a las supuestas pequeñas manos de Trump.
Poco antes, miembros de diversos grupos y organizaciones como Amnistía Internacional, Greenpeace o la Asociación de lesbianas, gays, bisexuales y transgénero (RFSL) de Suecia habían mostrado su preocupación por las políticas de Trump.
La marcha central de Washington comenzó a gestarse en la madrugada del 9 de noviembre, tras la victoria electoral del republicano, que en campaña hizo comentarios machistas y fue acusado de comportamientos cercanos al abuso. A ella fueron uniéndose otros colectivos en los dos meses y medio posteriores a su triunfo.
También en ciudades estadounidenses como Los Angeles, Chicago, Nueva York y Boston están previstas manifestaciones. En Estados Unidos había previstas un total de 600 acciones de protesta.