Berlín, 26 may (dpa) – Con la primera visita de Estado de un presidente francés en 24 años, Emmanuel Macron manifestó hoy a su llegada a Berlín su deseo de infundir un nuevo vigor a las relaciones franco-alemanas.
Tras llegar el domingo a la capital germana con su esposa Brigitte, el mandatario francés subrayó la importancia para Europa de la cooperación entre ambos países.
«Europa puede morir», declaró, tal y como ya hizo hace unas semanas en su aplaudido discurso en la Universidad de la Sorbona de París. «Las relaciones franco-alemanas son indispensables e importantes para Europa», agregó hoy en presencia de su homólogo alemán, Frank-Walter Steinmeier.
Macron también refutó la impresión de que el motor franco-alemán de Europa haya empezado a gripar. «Eso no es cierto. Estamos avanzando», comentó, según la traducción oficial de su declaración.
Los dos presidentes visitaron la conocida como «Fiesta de la democracia», una serie de actos realizados en el distrito gubernamental berlinés para celebrar los 75 años de la Ley Fundamental, la constitución democrática adoptada en Alemania Occidental tras la Segunda Guerra Mundial.
En aquella época, Alemania Occidental estaba bajo la ocupación de los victoriosos Aliados Occidentales, que incluían a Francia, Reino Unido y Estados Unidos.
«Queremos hacer de esta visita una verdadera celebración», dijo Steinmeier. «Queremos celebrar juntos la democracia».
Tras concluir su participación en el acto, ambos se desplazarán a la cercana residencia oficial de Steinmeier, el Palacio de Bellevue, donde será recibido con honores militares. A última hora de la tarde, ambos presidentes ofrecerán una rueda de prensa conjunta.
Por la noche está previsto un paseo por la Puerta de Brandeburgo con el alcalde de la capital alemana, Kai Wagner, y un banquete de Estado en el Palacio de Bellevue.
La visita se produce antes de las elecciones europeas en las que se decidirá la composición del próximo Parlamento Europeo. Los partidos de extrema derecha de la Unión Europea (UE) han experimentado un aumento del apoyo en los últimos años, también en Francia y Alemania, y se espera que obtengan buenos resultados en los comicios que se llevarán a cabo del 6 al 9 de junio.
La relación entre París y Berlín se ha considerado durante mucho tiempo el motor de la política europea. Pero las fricciones empezaron a surgir en 2022, tras la salida de Angela Merkel de la escena política alemana, aunque Macron y el canciller alemán, Olaf Scholz, se han esforzado recientemente por mejorar la cooperación.
Se ha llegado a un acuerdo en varias cuestiones, como la reforma de las normas de la UE sobre deuda y déficit, pero persisten otros puntos de discrepancia, en particular sobre el tipo de ayuda militar a Ucrania y las respuestas de la UE a las medidas económicas proteccionistas de China y Estados Unidos.
Está previsto que estas cuestiones y otras se debatan el martes en una reunión de ministros franceses y alemanes.
Antes, Macron y su esposa Brigitte viajarán el lunes a Dresde. Allí, el mandatario francés pronunciará un discurso sobre la política europea ante la Frauenkirche, una iglesia monumental con cúpula que es símbolo de la reconciliación de posguerra.
El martes viajarán a Münster, donde Macron recibirá el Premio de la Paz de Westfalia, por por su contribución al fortalecimiento de la paz en Europa.
La visita oficial de Estado de Macron es la primera de un presidente francés a Alemania desde el año 2000, aunque los líderes de ambos países se reúnen y visitan regularmente de manera menos formal.
Macron tenía previsto realizar la visita de Estado el pasado mes de julio. Sin embargo, el viaje se pospuso debido a los disturbios que se produjeron en Francia tras el mortal tiroteo policial contra un joven de 17 años que conmocionó a la nación.