(dpa) – La automotriz alemana BMW pone a sus clientes frente a un dilema, porque el próximo X1 no solo estará disponible con motor de combustión interna o como híbrido enchufable, sino también en una versión puramente eléctrica.
Cuando el SUV, que suele competir con coches como el Mercedes GLA o el Audi Q2, salga a la venta en el próximo otoño europeo, será la tercera generación del modelo de entrada de gama, por primera vez con tres conceptos de motorización diferentes.
La versión eléctrica, que se destaca en la nomenclatura como iX1 y se reconoce inmediatamente por las piezas complementarias marcadas en azul, utiliza una batería de algo menos de 65 kWh.
Esta alimenta dos motores eléctricos con una potencia combinada de 230 kW/313 CV y proporciona una autonomía de hasta 438 kilómetros. BMW limita la velocidad máxima a 180 km/h.
Mientras que el lanzamiento del coche eléctrico está previsto para poco antes del cambio de año, BMW afirma que el X1 con motor de combustión estará disponible ya en octubre.
Siempre equipado con una caja de cambios de doble embrague y siete velocidades, el X1 parte en su modelo básico como 18i con un motor de gasolina de tres cilindros de 100 kW/136 CV con tracción delantera o como 23i con un cuatro cilindros de 2,0 litros, 160 kW/204 CV y tracción total.
Los modelos diésel de dos litros y cuatro cilindros son el 18d de 110 kW/150 CV con tracción delantera y el 23d de 155 kW/211 CV con tracción en las cuatro ruedas.
En noviembre, al iX1 se unirán dos híbridos enchufables, cada uno de los cuales combina un motor de gasolina de tres cilindros en el eje delantero con un motor eléctrico en el trasero y una batería de 14,2 kWh para una autonomía eléctrica de casi 90 kilómetros.
El 25e tiene una potencia de sistema de 180 kW/245 CV, el 30e 240 kW/326 CV. Además, hay otros dos motores de combustión con tecnología de hibridación suave de 48 voltios.
Sin embargo, no solo es nueva la ampliada gama de sistemas de propulsión, sino también el aspecto. El X1 tiene ahora una carrocería mucho más angulosa, con un frontal erguido, y los tradicionales riñones de la marca germana son casi cuadrados.
Según BMW, también ha crecido en todas las dimensiones, porque la longitud ha aumentado en cinco centímetros hasta los 4,50 metros; el ancho, en dos; la altura, en cuatro; y la distancia entre ejes, en dos centímetros.
Esto, junto con el asiento trasero deslizante, debería mejorar las condiciones de espacio, especialmente en la parte trasera.
El equipamiento interior también muestra grandes cambios. Al igual que su hermano mayor iX, el todoterreno más pequeño de la automotriz con sede en la ciudad alemana de Múnich cuenta con una pantalla digital curvada e independiente con un nuevo sistema operativo con más infoentretenimiento, mejor conexión a la red y un control por voz más comprensible.