El estadio Levi’s, en Santa Clara, California, acaparará este domingo la atención del mundo del deporte cuando acoja la Super Bowl, la gran final del fútbol americano estadounidense y que celebra además su simbólica edición 50, donde Carolina Panthers, liderados por Cam Newton, quieren confirmar su gran temporada con primer trofeo Vince Lombardi ante unos Denver Broncos que quieren dar la mejor de las despedidas a Peyton Manning.
La Super Bowl de Oro reúne a los dos mejores equipos de la temporada en la National Football League (NFL), sobre todo unos Panteras que han estado a un nivel extraordinario, sumando sólo una derrota en toda la liga regular, ante Atlanta Falcons, mientras que su rival no ha estado tan deslumbrante, pero ha sido capaz de plantarse de nuevo en el partido decisivo, avalado por su gran defensa.
Carolina ha dominado con mano de hierro la Conferencia Nacional y se planta con un demoledor balance de 17-1, por el 14-4 de los de Colorado, campeones de la Americana, que parten en principio como víctimas, aunque este partido no es la primera vez que puede deparar sorpresas y equilibrar tanto las cosas como finiquitar favoritismos.
Seattle Seahawks y Arizona Cardinals han sido las víctimas en los ‘play-offs’ de los de Ron Rivera, imagen de la comunidad hispana en el país y que aspira a ganar el trofeo Vince Lombardi como entrenador después de hacerlo como jugador (1986 con los Bears). Además, es el segundo entrenador hispano que llega a la Super Bowl tras Tom Flores, que la ganó con Oakland Raiders en 1981 y 1984.
Dos históricos como Pittsburgh Steelers y, sobre todo, New England Patriots, han sido los oponentes que han tenido que derribar los de Gary Kubyak en su camino hacia San Francisco, aunque parecen menos fiables sobre todo por su menos poderoso ataque, lastrado en parte por el dubitativo momento de Peyton Manning, su estelar ‘quarterback’.
El veterano mariscal de campo, de 39 años, ha tenido una campaña irregular, con lesión incluida, y ya ante Tom Brady y los ‘Pats’ no estuvo en exceso fino. No ha anunciado nada, pero todo hace indicar que su edad podría empujarle a dejar la NFL tras este partido y eso podría ser un impulso para recuperar su mejor versión y ganar su segundo campeonato tras el conseguido en 2007 con Indianápolis Colts. Jugará su cuarta Super Bowl, con derrota en las otras dos (2010 -Saints- y 2014 -Seahwaks-).
Manning, miembro de una saga familiar de mucho renombre en este deporte con su padre Archie y su hermano Eli, representa al ‘quarterback’ más clásico, y lo opuesto al jugador que va a tener enfrente. Cam Newton, ‘quarterback’ de Carolina Panthers, representa lo contrario y está considerado ahora mismo como el mejor jugador de la NFL.
Un atleta puro, capaz de pasar, correr y anotar, un auténtico ‘todoterreno’, 13 años más joven que su homólogo de los Broncos, y también con un carácter más diferente, con un carisma tan poderoso como su fisico y muy conocido por sus populares celebraciones a la hora de celebrar ‘touchdowns’.
LOS BRONCOS SE AGARRAN A SU DEFENSA
Newton lidera la potente ofensiva de los Panthers, capaz de endosarle 49 puntos en la final de Conferencia a los Cardinals o 31, todos antes del descanso, a los Seahwaks en las semifinales, cerrando prácticamente ambos encuentros con dos soberbios primeros cuartos. Greg Olsen o Jonathan Stewart son algunas de sus mejores opciones en ataque.
Sin embargo, la mejor virtud de Denver, a falta de un buen ataque que tendrá que vigilar las intercepciones, una de las especialidades de su rival, es una defensa de mucho nivel y que ya fue capaz de anular otro ataque muy bueno como el de New England en la final de Conferencia, donde incomodó continuamente a Tom Brady.
El estelar ‘quarterback’ lo pasó mal hace dos semanas y los defensores de Kubyak tratarán de hacer lo mismo con un Newton, cuyas características necesitarán de otra receta porque es un jugador que fuera del ‘pocket’ también sabe jugar. La tarea será para Von Miller y DeMarcus Ware, líderes defensivos junto a TJ Ward.
Carolina tendrá que lidiar con esa ‘inexperiencia’ de afrontar su segunda Super Bowl, 13 años después de no poder con los Patrios en 2004 (32-29). Los Broncos, por su parte, juegan su octava en busca de unirse al elenco de triple ganadores y poner fin a 17 años de espera tras el doblete de 1998 y 1999 y alejar ese fantasma perdedor que dice que es la franquicia que más veces se ha quedado a las puertas del Vince Lombardi (5).