En el Congreso Europeo de obesidad celebrado en Praga el pasado mes de mayo, la Organización mundial de la salud (OMS) presentó unas proyecciones para dentro de 15 años en el que expone los problemas de obesidad y sobrepeso que presentará gran parte de la población en Europa. Lo que supondrá un riesgo para la salud pública.
España se sitúa como uno de los países más afectados, ya que según las predicciones incrementará el número de personas que sufra este tipo de problemas. Aproximadamente un 30% de obesidad (hombres, 36%; mujeres, 21%) y un 70% de sobrepeso (hombres, 80%; mujeres, 58%).
La OMS tomará medidas para concienciar a la población sobre este problema e impedir que las cifras aumenten. No se debe olvidar que el sobrepeso y la obesidad afecta a unos 2.100 millones de personas en el planeta, casi un tercio de la población mundial.
Muchos nutricionistas creen que se comenten errores con la alimentación. Bien por desconocimiento o simplemente por seguir algún tipo de dieta demasiado estricta. Todo ello impide que logren sus objetivos y por lo tanto que pierdan la motivación.
Alguno de los errores más frecuentes son:
– Eliminar o restringir alimentos de las dietas: Quitar alimentos a nuestra dieta produce frustración en la persona y finalmente fracaso.
– Comer sano, no significa estar a dieta ni pasar hambre. Hay que comer alimentos saludables y cocinarlos de manera responsable. Es aconsejable no pesar lo que vamos a comer, ni depender de la báscula.
– Beber refrescos light en vez de agua, beber agua no sólo mantiene el cuerpo hidratado también contribuye a la sensación de saciedad y ayuda a eliminar residuos de nuestro organismo.
– Ignorar las calorías de las bebidas alcohólicas, hay que recordar que el alcohol son calorías vacías es decir, no aportan nutrientes y tiene un elevado porcentaje de azúcar.
– Saltarse comidas, impide mantener unos niveles constantes de glucosa en sangre y esas oscilaciones favorecen la obesidad.
– Cocinar siempre a la plancha y hervido. Esta técnica también puede cansar y aburrir. Hay que buscar alternativas para cocinar de forma saludable y divertida.
– No leer las etiquetas nutricionales: según un estudio internacional, liderado por científicos de la Universidad de Santiago de Compostela, ha comprobado que las personas que leen la información nutricional de las etiquetas de los alimentos en los supermercados se mantienen más delgadas.
– No se debe pensar en una dieta como algo temporal, se debe aprender a comer sano y cambiar los hábitos alimenticios.
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