Los hospitales de Cangas del Narcea y Jarrio han recibido hoy la acreditación de bronce de la Red Europea de Hospitales sin Humos, con la que se reconoce el compromiso de la dirección y los profesionales de estos centros sanitarios para evitar el consumo de tabaco y la exposición al humo en su entorno. El consejero de Sanidad, Faustino Blanco, ha entregado las distinciones en las IV Jornadas de la Red Asturiana de Centros Sanitarios Libres de Tabaco.
También forman parte de esta red europea los hospitales de San Agustín (Avilés), que cuenta con otra distinción de bronce; el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) y el Vital Álvarez Buylla (Mieres), que se han incorporado más recientemente. Todos ellos han definido un plan de acción para implantar las políticas sin humo y se han comprometido a informar al personal, los pacientes y sus familiares sobre la necesidad de abandonar el tabaquismo.
Blanco ha agradecido la labor de los profesionales que participan activamente en estos proyectos y ha animado al resto de hospitales asturianos a sumarse a esta iniciativa. En este sentido, ha recordado que “el consumo de tabaco y la exposición pasiva al humo constituyen el principal problema de salud pública en la mayor parte de los países desarrollados”.
El titular de Sanidad ha valorado la puesta en marcha de la Red Asturiana de Centros Sanitarios Libres de Humo, de la que forman parte los cinco hospitales citados y todos los centros de salud, y ha celebrado que el tabaco esté actualmente “proscrito” en el interior de los recintos sanitarios. No obstante, ha insistido en que sigue presente en el entorno de muchos centros y ha apostado por cambiar esta realidad.
“Os propongo que todos juntos demos un giro de 180 grados a esta situación y consigamos que todos nuestros recursos sanitarios se integren en la red de manera efectiva, con espacios libres de humo tanto en el interior como en el exterior de las instalaciones”, ha indicado. A su juicio, este objetivo no se consigue únicamente con medidas de “vigilancia e inspección”, sino que exige que todos los trabajadores sanitarios asuman “personal y activamente” esa tarea.
Blanco ha planteado a los profesionales el reto de lograr que todos los recursos sanitarios asturianos se conviertan en centros promotores de salud, complementando las tareas habituales con acciones y mensajes encaminados a cambiar conductas poco saludables. “Tenemos conocimiento científico y cualificación para indicar lo que más conviene a nuestros pacientes y, sin embargo, a veces dejamos pasar la oportunidad”, ha lamentado.
“En nuestra práctica clínica debemos recordar la importancia de practicar actividad física, mantener una alimentación saludable y evitar el consumo de tabaco, alcohol y otras drogas”, ha explicado el consejero. Asimismo, ha apuntado que los hospitales del futuro deberán ser lugares en los que la mejora de la salud de la población esté presente en todas las consultas y relaciones con los pacientes, y en los que se actúe sobre los hábitos de vida que más interfieren en la salud.
“Conseguir hospitales libres de humo que además contribuyan a difundir una verdadera estrategia de salud entre la población es el desafío en el que debemos embarcarnos, porque si explicamos bien las cosas a nuestros pacientes podríamos evitar gran parte de los reingresos o de las complicaciones que se producen”, ha subrayado.