Bruselas/Pekín (dpa) – Armando es belga y vuela rápido, lo que lo hace valioso. Un empresario chino lo compró por 1,25 millones de euros (1,4 millones de dólares), una muestra más de que los chinos ricos están cada vez más interesados por las palomas, y más si son de Europa, lo que hace subir sus precios.
Así, en China, las palomas son un símbolo más de estatus, como la ropa de marca y los Ferrari. Pero también son una inversión, ya que hay concursos donde las mejores aves ganan el equivalente a un millón de euros, informó el periódico estatal «China Daily».
Los aficionados a las colombofilia pagan decenas de miles de euros por los animales más rápidos. Pero la fortuna pagada por Armando sorprendió incluso al criador belga Nikolaas Gyselbrecht, que dirige una plataforma de subasta de palomas.
Bélgica es la meca de los criadores de palomas. Allí las competiciones tienen una larga tradición. Desde hace décadas, los criadores seleccionan a los animales para mejorar su rendimiento.
Según Gyselbrecht, podrían volar a velocidades de hasta un kilómetro y medio por minuto. Armando, de cinco años de edad, alcanzó los primeros lugares en varias competiciones.
En éstas, las palomas tienen que volar varios cientos de kilómetros hasta sus casas. Los animales llevan un chip electrónico en las patas, que permite calcular su velocidad media de vuelo.
La forma exacta en que las aves encuentran su camino no tiene una explicación científica. Los criadores entrenan a los animales desde temprana edad, llevándolos cada vez un poco más lejos. «Las palomas regresan una y otra vez», dice el criador de palomas. «Tienen una habilidad natural para encontrar un hogar», asegura Gyselbrecht.
En Alemania también hay aficionados a las palomas, en su mayoría pensionistas. La Asociación Alemana de Criadores de palomas tiene más de 130 años de existencia, con 31.000 miembros según sus registros, muchos en Renania del Norte-Westfalia.
La mayoría de los criadores ven en las palomas un pasatiempo que requiere dedicación y amor por los animales, dice la portavoz de la asociación, Elena Finke, quien asegura que de promedio poseen unos 70 ejemplares.
A diferencia de muchas competiciones chinas, las que se realizan en Alemania rara vez tienen premios en metálico. «Se trata de trofeos y medallas, no de dinero», dice Finke.
«Es un honor para los criadores que sus palomas, que cuidan y entrenan muchas horas al día, logren buenos resultados», añade, pero puntualiza que cada vez menos gente en Alemania se toma este tiempo.
La situación es diferente en China, donde la cría de palomas también tiene una larga tradición en algunas partes del país. La población está cada vez más interesada en las competiciones, y ahora hay miles cada año. La asociación china de palomas mensajeras cuenta ahora con 400.000 miembros.
Pero el aumento de los premios también atrae a los estafadores. La prensa explicó el pasado mes de agosto que los dos propietarios de una paloma atraparon a su ave poco después de la salida de una competición, la metieron en una caja y cubrieron la ruta de 750 kilómetros entre la provincia de Henan y Shanghai en un tren rápido.
Así, su paloma ganó por un margen claro y obtuvieron un premio en metálico de más de 100.000 euros. Ambos fueron condenados a tres años de prisión.
Pero frecuentemente los animales mueren en las largas rutas de competición, critican los activistas pro derechos de los animales.
Según la Asociación Alemana para la Protección de los Animales, las aves son atacadas por depredadores, chocan contra cables eléctricos, mueren de hambre o de agotamiento.
Los propietarios sólo están interesados en el rendimiento. Muchos animales pierden el rumbo y terminan en refugios de animales, y los propietarios a menudo no los quieren porque no cumplieron con sus expectativas.
Según la Asociación Alemana de Criadores de Palomas Mensajeras, se trata de casos aislados, pero la entidad toma medidas contra estos criadores.
Se espera que la super paloma belga Armando se quede en Bélgica, dice Gyselbrecht. «Sería peligroso transportar una paloma tan cara tan lejos. Podría morir durante el viaje», añade el criador.
Por eso, el propietario chino ya tomó sus precauciones y posee un palomar en Bélgica que cuidan sus propios empleados. Se espera que Armando tenga muchos hijos allí, que el propietario quiere trasladar a China para que participen en competiciones, indica Gyselbrecht.
Al propio Armando probablemente nunca se le permitirá salir de su nuevo palomar después de su fulgurante carrera. Este es siempre el caso de las palomas mensajeras adultas que cambian de propietario. De lo contrario, probablemente regresarían al hogar de su infancia.
Por Anne-Sophie Galli y Jörn Petring (dpa)