Un estudio ofrece importante e interesante información sobre los beneficios que ofrecen los animales carroñeros en los humedales del mundo. Los investigadores afirman que superan con creces los posibles inconvenientes, con funciones esenciales como el reciclaje y el transporte de nutrientes y la regulación de la calidad del agua, lo que revierte positivamente en todo el ecosistema, desde el suelo y las plantas hasta las aves y los mamíferos.
Así lo indica un estudio realizado por Adrián Orihuela y Esther Sebastián, de la Universidad de Alicante (UA), y José Antonio Sánchez Zapata, Francisco Botella y Juan Manuel Pérez-García, de la Universidad Miguel Hernández de Elche (UMH), en colaboración con investigadores del Instituto de Estudios Sociales Avanzados (IESA-CSIC), la Estación Biológica de Doñana (EBD-CSIC) y las universidades de Granada y de Murcia. El trabajo aparece publicado en la revista ‘Biological Reviews’.
Históricamente, los animales que se alimentan de otros animales muertos han recibido menos atención por parte de la sociedad e incluso se les ha asignado un papel secundario en los ecosistemas.
Sin embargo, estudios recientes han demostrado que los carroñeros desempeñan un papel ecológico crucial al eliminar la materia orgánica y reciclar rápidamente los nutrientes en el ecosistema.
A pesar del mayor conocimiento e interés por este grupo de animales en las últimas décadas, la mayor parte de la atención científica se ha centrado en el papel de los carroñeros en los ecosistemas terrestres, ignorando su función en los humedales.
ECOSISTEMAS VITALES
Los humedales son ecosistemas vitales porque regulan el ciclo del agua y previenen inundaciones. Se trata de hábitats cruciales para diversas especies, desde aves migratorias hasta peces y plantas acuáticas.
Al mismo tiempo, ofrecen servicios ecosistémicos esenciales, como la purificación del agua y el secuestro de carbono, lo que contribuye significativamente a la salud ambiental global.
Sin embargo, son uno de los hábitats más amenazados por las actividades humanas, pues se calcula que entre el 64% y el 71% de los humedales del planeta han desaparecido en el último siglo.
Para comprender el papel de los carroñeros en los humedales, investigadores de la UMH y la UA analizaron más de 200 artículos científicos publicados durante los últimos 60 años en todo el mundo.
Una conclusión de este análisis es que el conocimiento científico no es espacialmente homogéneo. América del Norte (con el 70% de los artículos científicos) y Europa (un 14%) concentraron la mayor parte de las investigaciones.
Además, algunos humedales, como ríos y arroyos, reciben mucha más atención científica que lagos, estanques o marismas.
Contrariamente a la idea generalizada de que solo un pequeño grupo de especies consume animales muertos, los investigadores encontraron una importante diversidad de especies. Hay 176 familias de carroñeros entre los pequeños invertebrados, como moscas y escarabajos. Además, también lo son 114 especies de vertebrados distribuidas en 40 familias de aves y mamíferos.
Al analizar cada estudio en detalle, los investigadores descubrieron que, durante el proceso de consumo de carroña, estos organismos realizaban hasta cinco funciones diferentes en el ecosistema, incluido el reciclaje de nutrientes, la regulación de la calidad del agua y el control de patógenos.
El 85% de las publicaciones analizadas concluye que la carroña afecta positivamente a todos los componentes del ecosistema, desde el suelo hasta los grandes vertebrados.