Berlín, 17 feb (dpa) – Varios partidos de la Bundesliga y de la segunda división alemana de fútbol volvieron a verse interrumpidos hoy por las protestas de los aficionados contra la entrada de un inversor en la Liga Alemana de Fútbol (DFL).
Los aficionados lanzaron pelotas de tenis al terreno de juego en el partido del Wolfsburgo contra el Borussia Dortmund en varios momentos del enfrentamiento y el Darmstadt contra el Stuttgart estuvo detenido durante 18 minutos por las protestas de los hinchas.
El partido de la Bundesliga entre el Hoffenheim y el Union Berlin también se interrumpió dos veces en la primera parte debido a que desde el público lanzaron pelotas de tenis al terreno de juego, lo que obligó a los equipos a volver a los vestuarios durante casi 10 minutos.
La DFL, que dirige las dos primeras categorías masculinas de Alemania, ha declarado que pretende impulsar su modelo de negocio y la comercialización de la Bundesliga en el extranjero mediante un acuerdo con un inversor externo, como una empresa de capital riesgo.
Pero los aficionados alemanes se oponen en general a los planes de los inversores, ya que creen que el fútbol profesional antepondrá entonces los beneficios a los seguidores y la tradición.
El partido de segunda división entre el Paderborn y el Holstein Kiel fue interrumpido durante unos 30 minutos por los hinchas a causa del constante lanzamiento de pelotas de tenis. Los equipos fueron enviados a los vestuarios y se amenazó con suspender el partido, pero se reanudó al cabo de unos 30 minutos.
Y también hubo que parar durante unos minutos el del Hansa Rostock y el Hamburgo después de que unos coches teledirigidos irrumpieran en la cancha con bombas de humo al principio del encuentro. Los comisarios retiraron inmediatamente los coches.
Los directores gerentes de la DFL, Marc Lenz y Steffen Merkel, pidieron hoy que cese la escalada. «Está bien si semana tras semana se nos recuerda de forma pacífica y proporcionada lo importante que es mantenerse dentro de las líneas rojas en las negociaciones», dijo Lenz en declaraciones que recoge hoy el diario «Süddeutsche Zeitung».
«Pero en lo que respecta a posibles suspensiones de partidos, es algo que los clubes y nosotros no podríamos aceptar», avisó en alusión a las repetidas interrupciones de los encuentros.
La DFL, que aglutina a los 36 clubes de primera y segunda división, aspira a recaudar 1.000 millones de euros (1.100 millones de dólares) de un inversor financiero a cambio de un porcentaje de los ingresos televisivos.
Cuando los clubes votaron sobre el acuerdo, la mayoría necesaria de dos tercios se alcanzó por escaso margen. «Pero también contamos con que los aficionados en las gradas, tan entregados a su club, no quieran perjudicarlo», dijo Merkel.
«Y que reconozcan que el fútbol no pertenece solo a los aficionados, sino también a los jugadores, los entrenadores y el personal de los clubes», agregó.
Naturalmente, la DFL tiene «el máximo interés en que no se cancelen o interrumpan los partidos. Porque eso perjudica ante todo al deporte». Lenz admitió que las actuales protestas de los aficionados son «ya de por sí una situación difícil».
En cuanto a la posibilidad de celebrar una nueva votación como lo exigen algunos clubes, Merkel dijo que no cree que haya una gran presión para actuar.
Hasta ahora, solo algunos clubes han declarado públicamente que «podrían estar a favor de una nueva votación por razones de transparencia». «Pero actualmente no son más de cinco o seis de los 36 clubes y, para ser sinceros, hasta ahora no hemos visto ningún signo de movimiento importante entre bastidores».