Suzuka (Japón), 4 oct (dpa) – En el largo viaje a Japón, que recibirá este fin de semana a la Fórmula 1 en Suzuka, Sebastian Vettel tuvo tiempo para hacerse muchas preguntas tras quedar lejos del título de la máxima categoría del motor. Lo último que pierde el alemán, sin embargo, es la esperanza.
El piloto de Ferrari buscará en forma imperiosa un triunfo en el circuito nipón que le permita mantener sus mínimas posibilidades. Lewis Hamilton le saca 50 puntos en la lucha por el campeonato después de cinco victorias del británico en las últimas seis jornadas, pero Vettel, obstinado, no tira la toalla.
«Si todo sale bien todavía tenemos buenas opciones», señaló Vettel. «Tenemos un plan. Ahora introduciremos algunas piezas con la que esperamos que mejore el rendimiento», agregó el cuádruple campeón mundial.
«Necesitamos un accidente, idealmente incluso dos, para que todo cambie radicalmente. No le deseo eso a Lewis, pero uno nunca sabe lo que puede pasar», indicó Vettel. «Nosotros tenemos que dar el máximo que podamos».
Palabras similares a las de Hamilton, su gran rival. «Una avería, una falla y el colchón (de puntos) puede desaparecer muy rápidamente», afirmó hoy el piloto de Mercedes.
Maurizio Arrivabene, el jefe deportivo de la «Scuderia», avanzó en la misma línea que Vettel. «Si todo sale bien, sabemos que tenemos las herramientas adecuadas para luchar hasta el final, a pesar de la difícil situación en la clasificación general», expresó el dirigente.
Pero hasta ahora han sido solamente palabras. Hamilton aprovechó en Monza y en Singapur los errores del equipo italiano e inclinó definitivamente a su favor el duelo por el título con su triunfo en Sochi el domingo pasado.
A cinco jornadas del final, el panorama luce muy difícil para Vettel. Incluso ganando todas las carreras que restan, el alemán no dependería de sí mismo.
«Ferrari se marca autogoles uno tras otro», escribió el diario «La Repubblica» recordando las ocasiones perdidas en las últimas doce semanas, en las que Vettel pasó de tener ocho puntos de ventaja al abismo de hoy.
El auto que en el verano (boreal) arrasaba dio paso, también por culpa de los errores propios, a la solidez de las «flechas plateadas».
El equipo, por lo bajo, incluso especula con que la Federación Internacional de Automovilismo (FIA), con controles más estrictos, detuvo el crecimiento de Ferrari. La potencia en las rectas volvió a desparecer, afirmó por ejemplo la revista «Auto, Motor und Sport».
Por otro lado, Suzuka no parece el terreno propicio para un triunfo de Vettel. El alemán ganó cuatro veces con Red Bull, pero ninguna ya con los bólidos rojos. Desde que comenzó la era híbrida, hace cuatro años, siempre se impuso Mercedes.
Pero Vettel cree. Con su equipo, eligió para Suzuka una arriesgada táctica de neumáticos, con compuestos más suaves y rápidos, pero también menos duraderos. «Tenemos que presionar», afirmó el de Heppenheim.
Una remontada no es imposible, quiere creer el alemán. Hay un antecedente de 1964 que lo respalda. Calculados en el sistema de hoy, el británico John Surtees llegó con 54 puntos de desventaja frente a su compatriota Jim Clark a las cinco carreras finales y aun así se coronó campeón. Vettel, en todo caso, promete lucha hasta el final.
Por Christian Hollmann (dpa)