(dpa) – Que afuera haga frío está bien, pero dentro de la casa preferentemente no. Para que con las bajas temperaturas del invierno adentro esté agradable hay que encarar algunos preparativos antes de la llegada de esa estación. Lógicamente, en el centro de todo está la calefacción.
Los propietarios deberían hacerla revisar y calibrar por un especialista al menos una vez al año. Esto tiene dos ventajas: por un lado, estará menos vulnerable a problemas y, por el otro, se reduce el consumo de energía. ¿Y qué más es importante para lograr una casa resistente al frío?
Limpiar los canalones y tubos de bajada
En el otoño se juntan muchas hojas secas en los canalones y los tubos de bajada. «Muchas veces, esto se puede verificar echando un vistazo por el tragaluz», dice el experto Klaus-Peter Frenzel. Estas hojas en canalones y tubos de bajada deberían quitarse. De lo contrario, se corre el riesgo de que el agua de lluvia se desborde y humedezca el revoque exterior. También podrían producirse daños por humedad en el aislamiento y la madera. La limpieza no requiere mayor despliegue y se puede hacer hasta sin escalera con una barra telescópica. A quien esto le parezca muy complicado, puede encargárselo a una empresa de limpieza.
Revisar el techo en busca de daños
Indicios de que el techo quizá no esté en perfectas condiciones son manchas de agua en las inclinaciones o en el cielorraso por debajo del techo. En muchos casos, el propietario o la propietaria pueden revisar ellos mismos el techo. «Si no es posible echar una mirada desde la calle, eventualmente se puede hacer desde un tragaluz o desde las ventanas de la buhardilla», dice el especialista Bernd Redecker.
En el caso de techo de tejas, si la superficie se ve regular, no se ve falta de tejas y no se aprecian grietas o desprendimientos son buenas señales de que todo está en orden. Si uno no está seguro, se puede llamar a un experto, que pueda reconocer peligros ocultos para la impermeabilidad.
Los expertos cuentan con listas de cosas a chequear, que repasan con los clientes en el lugar. Esto tiene su costo, pero siempre será más conveniente que cualquier daño en el techo con las consecuencias que eso pueda tener.
Inspeccionar la fachada
Mire la fachada de su casa y revise si hay grietas o partes descascaradas. Si detecta algunas, debe actuar rápidamente, dado que de lo contrario corre el riesgo de que entre humedad a las paredes. «Son sobre todo relevantes las grietas en la fachada del lado de barlovento a partir de una profundidad de 0,3 milímetros», precisa Frenzel.
Daños más pequeños se pueden eliminar muchas veces con yeso y/o enduido o pintando. El material se consigue en cualquier mercado de la construcción. Si hace falta hacer trabajos más grandes, deben hacerlos especialistas.
Chequear ventanas y, llegado el caso, impermeabilizarlas
¿Cierran bien las ventanas? Eso se puede comprobar con un truco. Abra la ventana y coloque una hoja de papel en el marco. Ahora cierre la ventana. Pruebe si puede retirar el papel con la ventana cerrada. ¿Lo puede sacar? Entonces tendrá que renovar las juntas.
Para ello, retire un trozo de la cinta aisladora vieja y llévela como muestra al mercado de materiales de construcciones. Consiga allí una nueva cinta aisladora. A continuación, retire con mucho cuidado la cinta vieja y limpie bien las superficies en las que pegará la nueva. Luego, corte la cinta al tamaño correspondiente y péguela.
Chequear las cañerías de agua
«Sobre todo en el sótano uno debería chequear las cañerías de agua, dado que en general esa zona no está calefaccionada», dice Frenzel. ¿Hay caños que llevan hasta la boca de suministro en el exterior? Hay que vaciarlos completamente. De lo contrario, existe el peligro de que con temperaturas bajo cero el agua restante se congele y las cañerías estallen.
El mismo riesgo existe en espacios interiores que no son calefaccionados lo suficiente. Si en esas habitaciones, las ventanas están constantemente un poco abiertas para airear, no se puede descartar que los caños se congelen y se produzcan daños en paredes y suelos. Por eso es conveniente que también en los espacios que no se utilizan jamás se ponga la calefacción en cero cuando hay temperaturas muy bajas.
Vaciar las cañerías de agua en el jardín
También las cañerías de agua en el jardín deben vaciarse sí o sí, porque de lo contrario pueden explotar con el frío. «Las cañerías en el jardín deberían envolverse además con material resistente al hielo», dice Frenzel.
Por Sabine Meuter (dpa)