(dpa) – Un familiar en emergencia, el servicio de apoyo de Microsoft o quizás la policía. En el caso de llamadas inesperadas se recomienda no tomar decisiones apresuradas en caso de duda.
Cuando se reciben llamadas telefónicas inesperadas y sorpresivas conviene contestar primero con una gran dosis de escepticismo. Esto ocurre, en particular, cuando el interlocutor intenta generar presión, afirma Martin Meingast de la asociación Deutchland sicher im Netz (Alemania segura en la redes).
«La regla más importante es no dejarse presionar», asegura el experto, porque casi todas las estafas por teléfono, también llamadas «scam calls», se basan en esta estrategia.
Las estafas cambian como la estación. Meingast considera que el hecho de que a menudo domine una variante de estafa tiene una sencilla razón.
«También se debe simplemente a razones técnicas, porque se ha abierto un nuevo centro de llamadas en algún lugar, que los estafadores utilizan y que luego está activo durante unos meses hasta que las autoridades lo cierran», explica.
El abanico de estafas es enorme y abarca desde llamadas de equipos soporte o conciliación de datos bajo el uso indebido del nombre de grandes empresas, en las que se simula una infección por virus del ordenador, hasta diversas variantes de trucos de nietos o supuestas reclamaciones de reembolso de seguros de pensiones.
Además, hay falsas triunfos en sorteos o loterías, amenazas de multas y costos por delitos inventados libremente bajo el uso indebido de nombres de autoridades o incluso de la policía.
Al final, el objetivo es siempre acceder a la computadora personal, interceptar datos sensibles o iniciar transferencias de dinero.
Las personas no deben dejarse intimidar, ni instalar nada, ni dar o confirmar ningún dato. Tampoco deben realizar ninguna transferencia, sino preferiblemente colgar inmediatamente. De este modo, los estafadores se quedan sin recursos.
«Si se dan datos personales, ya están ahí y no se pueden recuperar», dice Meingast.
Pero si se han facilitado datos de acceso a cuentas de Internet o incluso de banca en línea, se debe informar a las empresas pertinentes y al banco y hacer que bloqueen primero las cuentas o la cuenta bancaria.
Además, el experto recomienda que, «en caso de se produzca uno de estos incidentes, se acuda siempre a la policía y se denuncie el hecho para que las fuerzas del orden puedan tomar las medidas oportunas».
Dado que las personas mayores son el principal grupo objetivo de los estafadores, Meingast aconseja hablar directamente con los propios padres y abuelos para advertirlos de los riesgos.
«Lo más importante, por supuesto, es informarles siempre de que existen estas llamadas fraudulentas», subraya. Esta sensibilización es «realmente la mitad de la batalla», añade.