La Escuela de interpretación Work in Progress, que dirige y creó (hace seis años) el dramaturgo Darío Facal, ha puesto en marcha para esta cuarentena Live in progress, una programación cultural ininterrumpida que se desarrolla desde la cuenta de Zoom del centro los siete días a la semana: una butaca virtual para quitarse el síndrome de abstinencia cultural que nos ha provocado el parón obligado por el Covid-19 y es posible gracias a la alianza con creadores y artistas, con los que se quiere, desde aquí, fomentar el encuentro. Son intérpretes, cineastas, guionistas o responsables de casting, y disfrutamos de su talento en conciertos, recitales, torneos, talleres, horas del vermut y tertulias en torno a la situación que vive la Industria Cultural.
Durante lo que dure el confinamiento pasarán por esta pantalla el cineasta y dramaturgo Juan Cavestany, los cineastas Max Lemcke y Marina Seresesky, la documentalista Mabel Lozano, las actrices Blanca Oteyza e Itziar Castro, el actor Almagro San Miguel, la creadora Rocío Molina, la Directora General de FlixOlé, el diseñador y autor de cómics Salva Espín, la dramaturga y poeta Violeta Gil o el Coro de Hombres Gays de Madrid. La programación completa se irá anunciando en el Instagram de la escuela, aquí: @estudioworkin
Además, la formación continúa para los alumnos de la Escuela Work in Progress. El itinerario educativo se ha mantenido a distancia, de manera muy similar a como se vivían en el aula antes de que estallase la crisis sanitaria y social. Los estudiantes reciben materiales, contenidos y se mantienen conectados entre sí y con la escuela. Por supuesto, no todas las asignaturas se pueden impartir a golpe de clic, no es viable ofrecer Cuerpo o Movimiento. Pero, a cambio, este nuevo puente de comunicación digital constituye una oportunidad para probar nuevas prácticas, como los monólogos que se graban los alumnos y luego se evalúan en clase, o el trabajo del #Selftape, una herramienta de uso en auge en castings y agencias de representación basada en la grabación del intérprete de sus propios papeles, que requiere un mínimo dominio de las cámaras y los programas de edición, así como saber conquistar al objetivo.