(Europa Press) – Las partes en conflicto en Libia han iniciado su participación en las conversaciones entre sus delegaciones militares para intentar pactar un alto el fuego, según ha informado este miércoles la Misión de Apoyo de Naciones Unidas en Libia (UNSMIL).
La misión ha destacado en un comunicado que ambas delegaciones «están totalmente implicadas en la tercera ronda de conversaciones de la Comisión Militar Conjunta en formato 5+5», una de las tres vías pactadas –junto a la política y la económica– en la conferencia de Berlín.
«La misión pactó una reunión con la delegación del Ejército Nacional Libio –liderado por el mariscal de campo Jalifa Haftar– el 3 de enero y otra con la delegación del Gobierno de unidad ayer, 9 de junio», ha detallado.
Así, ha indicado que ambos encuentros, que fueron mantenidos por videoconferencia, «fueron productivos» y «permitieron a la UNSMIL discutir con las delegaciones los últimos acontecimientos sobre el terreno y recibir sus comentarios sobre el borrador de acuerdo de alto el fuego presentado el 23 de febrero de 2020».
«La UNSMIL aplaude la seriedad y el compromiso de ambas partes en la vía de diálogo del JMC y les pide que inicien una desescalada para evitar nuevas víctimas civiles y nuevas oleadas de desplazados», ha manifestado en su comunicado.
En este sentido, ha mostrado su «particular preocupación» por «las informaciones sobre un recrudecimiento y movilización en el interior y en los alrededores de Sirte», hacia donde han avanzado las fuerzas del Gobierno de unidad tras expulsar la semana pasada a Haftar del área del Gran Trípoli.
La UNSMIL ha agregado que entre el 5 y el 8 de junio ha verificado la muerte de al menos 19 civiles, incluidos cinco niños, en tres ubicaciones en los alrededores de Sirte a causa de «bombardeos y cohetes Grad».
Las partes acordaron en mayo reiniciar las conversaciones entre sus delegaciones militares en el formato 5+5 pactado en la conferencia de enero en Berlín con el objetivo de alcanzar un alto el fuego, que en febrero derivó en un borrador de acuerdo que sin embargo fue rechazado por Haftar, quien intensificó la ofensiva que lanzó en abril de 2019 contra Trípoli.
Los recientes reveses militares sufridos por Haftar y los avances del Gobierno de unidad, respaldado por Naciones Unidas, han llevado a Egipto –uno de los países que apoyan al mariscal de campo– a proponer una nueva iniciativa que incluye un alto el fuego, si bien Trípoli la ha rechazado.
Los avances del Gobierno de unidad han llegado después de que las autoridades turcas firmaran un acuerdo con Trípoli que implicó una cooperación militar y derivó en un envío de militares turcos y rebeldes sirios –a los que Ankara apoya en la guerra contra Damasco– para hacer frente a la ofensiva.
El mariscal de campo, que esperaba que el anuncio de su ofensiva en abril de 2019 se viera seguido por una entrada triunfal en Trípoli en pocas semanas, ha sufrido una serie de varapalos que han puesto a sus fuerzas en desbandada hacia el este, a pesar del apoyo recibido por Egipto, Emiratos Árabes Unidos (EAU) y el Grupo Wagner, liderado por un aliado del presidente ruso, Vladimir Putin, que ha enviado mercenarios y equipamiento militar.
El Ejecutivo de Fayez Serraj ha rechazado ya desde hace meses entablar cualquier conversación con Haftar, al que no considera una parte de fiar en las negociaciones, debido a que el mariscal de campo ha roto varios de los borradores de acuerdo y ha continuado su ofensiva a pesar de los esfuerzos internacionales para lograr la paz.