Düsseldorf/Essen (Alemania), 30 mar (dpa) – Once hombres de entre 22 y 35 años, la mayoría afganos pertenecientes a la minoría tayik, fueron liberados después de que no se encontraran armas ni explosivos, informó hoy la fiscalía de Düsseldorf.
Las investigaciones se centran ahora en un grupo de al menos seis personas sospechosas de planear un grave atentado que habría amenazado al Estado alemán, dijo un vocero oficial.
La Policía acusa al grupo de haber adquirido armas y explosivos como célula de la milicia terrorista del Estado Islámico (EI) o como simpatizantes de la organización con los que en el futuro hubieran podido cometer un ataque, agregó.
Varios cientos de oficiales registraron sitios en Essen, Düsseldorf, Wuppertal, Mönchengladbach, Duisburgo y Ulm. También algunos apartamentos fueron registrados, según indicó el fiscal general, Daniel Vollmert.
Las fuerzas especiales desplegaron el operativo en varios lugares y utilizaron también perros detectores de explosivos, explicó.
El desencadenante de la operación a gran escala fue la odisea de un joven tayiko de 19 años en el centro de Essen, el viernes.
«Allí se temía que éste fuera el preludio de varios escenarios de ataque», dijo el funcionario. Sin embargo, esto no se pudo confirmar, no había relación entre las dos suposiciones, declaró.
El viernes por la mañana, el joven de 19 años, que ya era conocido por la Policía alemana, condujo su coche a una «velocidad claramente excesiva» a través de una zona peatonal en el centro de Essen, indicó la alta fuente.
«Esa fue la razón por la que la acción de búsqueda comenzó ayer para asegurar que los sospechosos no pudiesen actuar ese día», continuó Vollmert. No había ninguna sospecha de que «estuvieran planeando un atentado con su coche». Pero hay suficientes ejemplos de este tipo de ataques terroristas», dijo. En ese momento no se podía descartar que el tayiko de Essen hubiera formado parte del grupo, explicó el funcionario.
La fiscalía de Düsseldorf, sede de la Oficina Central de Antiterrorismo en Renania del Norte-Westfalia (ZenTer NRW), está a cargo de las investigaciones. Las medidas policiales fueron coordinadas por el Departamento estatal de Seguridad e Investigación Criminal de Düsseldorf.