Fráncfort, 14 abr (dpa) – Gracias a varias grandes inyecciones de dinero en efectivo, las nuevas start-ups financieras en Alemania captaron una cantidad récord de inversores. Los capitalistas de riesgo y las corporaciones destinaron alrededor de 295 millones de euros (casi 330 millones de dólares) a las «fintechs» (tecnologías para la industria financiera) en el primer trimestre de 2018, según cifras de la consultora Barkow Consulting a las que tuvo acceso la agencia dpa.
Por lo tanto, la cifra total aumentó en un 44 por ciento en comparación con el mismo período del año anterior y superó además el récord anterior registrado en el primer trimestre de 2016, que ascendió a 264 millones de euros (295 millones de dólares).
Las start-ups financieras ofrecen servicios a los inversores, por ejemplo comparaciones de tasas de interés por préstamos a un día, gestión automatizada de activos, préstamos o nuevos métodos de pago en Internet.
En el primer trimestre de 2018, el número de rondas de financiamiento parecía ser peor, ya que cayó un 30 por ciento en comparación con el mismo período del año anterior. Sin embargo, a principios de 2017 se produjeron inusualmente muchas inyecciones de efectivo, por lo que el listón estaba muy alto.
La razón del nuevo dinero récord introducido obedece principalmente a las generosas inyecciones de capital de grandes inversores estratégicos. Por ejemplo, el banco en línea N26 reclutó alrededor de 130 millones de euros, entre otros de la aseguradora Allianz y del grupo chino de Internet Tencent.
El Solarisbank recibió 56,6 millones de euros de inversores, incluidos el grupo alemán Bertelsmann, Visa y el banco español BBVA. Por su parte, el portal de préstamos Smava obtuvo casi 53 millones de euros de firmas de capital privado.
«Las cifras muestran que la financiación a gran escala también es posible en Alemania», señaló el especialista en datos Peter Barkow.
«Las ‘fintechs’ locales están en el radar de los principales inversores internacionales», agregó. Sin embargo, las start-ups nuevas y pequeñas tendrán más problemas para recibir efectivo. «Los inversores se están volviendo más selectivos», apuntó Barkow.
A las «fintechs» se les consideró durante mucho tiempo como una gran amenaza para los bancos establecidos. Ahora se está haciendo evidente que solo unos pocos grandes fundadores de este tipo de empresas logran afianzarse en el mercado e iniciar cooperaciones con instituciones financieras y corporaciones.