Con la llegada del invierno, son muchas las personas que deciden llevar a cabo reformas en sus hogares con los que asegurarse de que sus casas van a estar bien preparadas para soportar el frío, algo que es especialmente importante en los pisos antiguos donde muchas veces estas reformas serán algo más que el mero mantenimiento. Por ese motivo, y a pesar de que todavía nos encontramos con muchas personas que no le dan toda la importancia que tienen estas reformas, si queremos tener la seguridad de que nuestro hogar pasará a ser más eficiente térmicamente y estará dotado de las últimas mejoras de cara al invierno, sin duda alguna tendremos que acudir a un buen profesional, como Aislamientos Antonio, una empresa especializada en todo tipo de trabajos de aislamiento gracias a los cuales no volveremos a pasar frío en invierno.
En ese sentido, el aislamiento térmico es solo una de las muchas cuestiones que tenemos que tener en cuenta cuando buscamos una buena solución frente a las temperaturas externas (no debemos olvidarnos de que con un buen aislamiento también conseguiremos que entre menos calor en los meses de verano). Si bien es cierto que será el primer paso que debamos dar y que requerirá un conocimiento a fondo las características de la vivienda que queremos aislar y eligiendo los materiales que mejor se adapten a ella. Por ejemplo, a la hora de elegir un buen aislante térmico, habrá que tener en cuenta la conductividad que tenga (que variará en función de la humedad y de la temperatura que haya), la permeabilidad, la estabilidad frente al fuego, la capacidad de degradación con determinadas temperaturas o bien su utilidad con el paso del tiempo, etc. para así dar con el aislante perfecto para nuestro hogar, ahorrando dinero en la factura mensual al tener que usar menos calefacción y, sobre todo, ganando calidad de vida.
Sin embargo, y como ya hemos dicho, el aislamiento térmico será el primer paso que debamos dar pero no el único, ya que también será muy importante contar con un buen tejado. De hecho, este es un problema que vemos en muchas casas antiguas, donde la reparación de tejados de tejas es más que necesaria si queremos mantener el calor en nuestro hogar y tener un edificio seguro. En ese sentido, de nuevo será fundamental que contemos con el asesoramiento y el trabajo de un buen profesional ya que será la única manera de obtener un buen resultado y la garantía de que la reforma cumplirá con su función. Además, si tenemos en cuenta que este tipo de tejados son muy diferentes entre sí y que hay que conocer bien las diferencias entre los distintos tipos de tejas así como el uso que le podemos dar a cada una de ellas, ya no nos quedarán dudas para contratar a un buen profesional.
Más allá de las reformas: las calderas de gas
Por otro lado, no podíamos hablar de las reformas más habituales que se tienen que llevar a cabo en una casa con el objetivo de conseguir un buen aislamiento térmico y una buena temperatura interior sin mencionar otra cuestión que también será importante y con la que conseguiremos un mayor bienestar en nuestras casas: las calderas de gas. En ese sentido, contar con una buena caldera de gas natural, que cumpla con todos los requisitos establecidos por la legislación (para lo cual deberemos acudir a un instalador de gas natural certificado, como la empresa Gas y Calderas Carlos que ofrece este servicio en la Comunidad de Madrid), será sinónimo de un hogar eficiente desde un punto de vista térmico así como de un invierno donde el frío y las facturas del gas no serán un problema para nosotros. De hecho, muchas veces los problemas que vemos con este tipo de calderas es el mal uso que hacen las personas, no solo en lo que respecta al mantenimiento de las mismas sino a las condiciones en las que se emplean.
En ese sentido, cabe recordar algunos ejemplos de malos usos de tu caldera que debemos evitar si queremos que la eficiencia y la seguridad reine en nuestros hogares. De esta manera, además de las revisiones anuales donde comprobaremos que todo esté en orden (y que mucha gente olvida), es habitual ver calderas que tienen más de diez años de antigüedad, seguir usando la caldera cuando la llama no es azul (indicativo de que algo no funciona bien) o bien tapar las rejillas de la caldera.
Como podemos ver, son algunas cuestiones muy habituales y que sin duda tendrán una repercusión directa en la eficiencia y en la vida útil de nuestra caldera (y en el calor que consigamos con ella).