La DGT pretende que los riders o repartidores urbanos que trabajen con vehículo de movilidad personal -como los populares patinetes eléctricos-, bicicleta, ciclo, ciclomotor o moto lleven “un chaleco reflectante de alta visibilidad” con el fin de reforzar su seguridad, así como casco homologado cuando lo hagan en bici.
Esa medida forma parte de una reforma del Reglamento General de Circulación que afecta sobre todo a los usuarios vulnerables de las vías (peatones, ciclistas, conductores de vehículos de movilidad personal, ciclomotoristas y ciclistas). La DGT lleva trabajando en ella desde hace más de tres años.
El borrador de real decreto de modificación de ese Reglamento, al que tuvo acceso Servimedia, se encuentra en fase de audiencia e información pública para que las entidades o personas interesadas hagan aportaciones hasta el próximo 26 de julio, antes de que el texto sea aprobado en el Consejo de Ministros.
Otra novedad es que los ‘riders’ que vayan en bicicleta o ciclo estarán obligados a “utilizar adecuadamente abrochado casco de protección homologado o certificado en vías urbanas y travesías”.
PATINETES
La reforma señala que los vehículos de movilidad personal (como los populares patinetes eléctricos) solo pueden circular en zonas urbanas y sus usuarios deberán llevar obligatoriamente un casco homologado y tener al menos 16 años de edad.
Además, quienes vayan en un vehículo de ese tipo portarán “al menos” un elemento luminoso o retrorreflectante en situaciones poco visibles o por la noche y sus conductores usarán siempre un brazo para advertir al resto de las maniobras que vayan a realizar.
Otra novedad es que los conductores de patinetes eléctricos que necesiten ese vehículo para trabajar tendrán que usar un chaleco reflectante de alta visibilidad.
Las personas con movilidad reducida que se desplacen en vehículos de movilidad personal tendrán la consideración de peatones.
OTROS USUARIOS EN CIUDAD
Por otro lado, la reforma del Reglamento General de Circulación incluye cambios “importantes” relacionados con los peatones, con un enfoque más proteccionista en las ciudades.
En este sentido, las aceras serán exclusivas de los peatones y se restringirá al máximo la circulación y el estacionamiento de vehículos con el fin de proteger a las personas, sobre todo las que tienen movilidad reducida.
Además, se prohibirán las plazas de aparcamiento en las inmediaciones de los pasos de peatones para facilitar la visibilidad y la accesibilidad.
Igualmente en ciudad, las bicicletas circularán por la calzada como carácter general y preferentemente por el centro del carril. Los conductores de vehículos de motor deberán dejar al menos cinco metros de distancia de seguridad con la bicicleta que circule por delante.
Para favorecer el uso de la bicicleta en momentos de atascos en entornos urbanos, se permitirá a los ciclistas rebasar a los vehículos a motor por la derecha o por la izquierda.
Y en calles de un único carril con limitación de velocidad máxima de 30 km/h se regulará la posibilidad de que los ciclistas circulen en sentido contrario a los vehículos a motor.
La norma aborda por primera vez el estacionamiento de las autocaravanas, de manera que los ayuntamientos podrán sancionar cuando se incumplan las condiciones reglamentarias.