Las empresas apuestan por nuevas oficinas que refuercen la seguridad emocional y mejoren el bienestar de los trabajadores en entornos híbridos.

El rediseño de oficinas se ha convertido en una estrategia concreta para reducir el estrés y afrontar los nuevos desafíos de la salud mental en el trabajo. Según Ryan Anderson, vicepresidente de Investigación y Planificación Global de MillerKnoll, el entorno físico puede desempeñar un papel activo en la creación de espacios laborales emocionalmente seguros y funcionales.
En una conversación con NotiPress, celebrada el 15 de octubre de 2025 en el showroom de la compañía en Ciudad de México, Anderson explicó cómo muchas empresas están replanteando el diseño de sus espacios para priorizar la conexión humana y el bienestar psicológico.
“El entorno puede ayudar a crear una sensación de comunidad, a que las personas no sientan que solo van a trabajar, sino que forman parte de un grupo que se apoya y colabora”, señaló.
La tendencia también responde a la necesidad de fortalecer la interacción humana en un contexto dominado por las pantallas. Anderson recordó que la colaboración exclusivamente digital tiende a debilitar los lazos entre compañeros y afecta la seguridad emocional. “La seguridad psicológica implica que alguien pueda ser auténtico y expresar ideas con libertad dentro del entorno laboral”, puntualizó.
Desde la perspectiva de MillerKnoll, el diseño de oficinas no debe limitarse a distribuir escritorios o estaciones de trabajo. Debe centrarse en el comportamiento humano, equilibrando las zonas de colaboración con los espacios destinados a la concentración individual. Este enfoque se apoya en investigaciones etnográficas realizadas mediante observación directa del trabajo diario.
El directivo destacó que el bienestar emocional y la funcionalidad práctica deben ir de la mano. “Tenemos varios proyectos en desarrollo para resolver problemas reales en los lugares de trabajo. Todo empieza por entender el espacio”, explicó.
Estas iniciativas surgen en un momento en que las empresas ya no miden solo la productividad, sino también el compromiso y la retención del talento. Adaptar el entorno físico a las necesidades emocionales se percibe como una inversión que mejora la estabilidad, la cooperación y la permanencia del personal.
El interés creciente por rediseñar las oficinas refleja una evolución cultural en el mundo laboral. Más allá de la estética o la tecnología, las organizaciones comienzan a considerar sus espacios como un recurso estratégico que influye directamente en la salud mental, la cohesión y la satisfacción de sus equipos.
Con información de NotiPress.