Al sur de Marruecos, no es raro observar a las cabras en los lugares más insospechados, como en lo alto de los árboles. Trepan hasta la copa de los espinosos arganes, que pueden medir hasta los diez metros de altura, para comer las hojas y los frutos, con los que se produce el aceite de argán. En otoño, las cabras pueden pasar hasta tres cuartos de su tiempo allí subidas.
Pero además de aprovecharse de los árboles, estos animales domésticos también pueden beneficiarlos, según un equipo de científicos españoles, liderado por la Estación Biológica de Doñana (EBD-CSIC). El estudio, publicado en Frontiers Ecology and the Environment, revela que las cabras escupen las semillas de los arganes para dispersarlas.
En los últimos 100 años, la superficie de los bosques de argán (Argania spinosa) se han reducido hasta un 50% debido a la explotación de su madera y de sus frutos, que permiten extraer el aceite de argán tan popular para la elaboración de productos de belleza. Para las cabras, estos frutos, de piel gruesa y espesa que rodea a la cáscara, es una delicia, pero en su caso, son beneficiosas para estos árboles.
Este nuevo modo de dispersión de semillas es una variación del mecanismo que los ecologistas llaman endozoocoria
Como no les gusta las grandes semillas, al igual que a vacas, ovejas y ciervos, ruminan el alimento y escupen las nueces de argán, liberando semillas limpias sobre un terreno nuevo, donde esté vagando la cabra en ese momento. De este modo, las semillas tienen mayor posibilidad de supervivencia al estar más lejos del ‘árbol padre’.
Una nueva forma de dispersar semillas
Según los investigadores, entre los que se encuentra Miguel Delibes del EBD, este nuevo modo de dispersión de semillas es una variación del mecanismo que los ecologistas llaman endozoocoria, en el cual las semillas pasan más comúnmente a través del sistema digestivo del animal.
Los autores sospecharon que este no podía ser la manera empleada por las cabras, porque estas no suelen digerir y excretar grandes semillas. Los investigadores han observado a otros animales, como ovejas, ciervos cautivos y ciervos en barbecho, que también escupen semillas mientras que mastican.
Por ello, los expertos creen que esta variación de la endozoocoria puede realmente ser común, y quizás sea una ruta esencial para que las semillas de algunas especies de planta se dispersen.
SINC