“Llamar la atención del público en una calle es vital para conseguir que entren a una tienda o local. Y gran parte de ese éxito pasa precisamente por el uso de rótulos con diseños innovadores y llamativos” dicen desde unorotulos.com.
Mientras que históricamente hay una serie de carteles luminosos (solo basta recordar el cartel de una «mítica» marca de bebidas en la Gran Vía madrileña) que han pasado al imaginario colectivo precisamente porque el paso del tiempo les ha permitido sobrevivir y convertirse casi en un monumento más, no debemos olvidar esos letreros de barrio que siempre nos indican la farmacia, el local de copas o la tienda de “toda la vida” que mantiene sus luces los 365 días del año como referencia para compradores y también para peatones, la imagen exterior nos ayuda a captar clientes y es parte de la marca de cualquier negocio.
Lejos de esto, el marketing tiene mucho que decir al respecto: un buen nombre y un buen rótulo invita a consumir, lo hace parte de los decorados urbanos o en carretera, y nos sirve siempre como “punto de encuentro” en muchas ocasiones.
Razones por las que los rótulos son los aliados del éxito
Hay una serie de razones que hacen de los rótulos el aliado perfecto de cualquier tipo de establecimiento.
- Visibilidad: contar con un diseño de rótulo llamativo permite que los usuarios fijen su atención y descubran el establecimiento o anuncio.
- El uso de letras corpóreas, además de originalidad, hará que se recuerde el nombre y la imagen mejor que con cualquier otra publicidad.
- Se puede integrar dentro de la imagen corporativa y de la decoración de la fábrica, local, restaurante o cualquier sitio que se quiera.
- Es fácilmente instalable en cualquier superficie, tanto del interior como del exterior.
Cuáles son los rótulos más famosos de nuestro país
Cómo olvidar una visita a la Gran Manzana y, sobre todo, a sus pantallas luminosas, donde antes estaban también presidiendo, como ahora, los grandes rótulos de marcas corporativas.
En España, aunque tarde, esto ya llegó también y hay una serie de ellos que forman parte de la memoria colectiva.
Para empezar, no podemos olvidar el previamente mencionado cartel de Schweppes de Gran Vía, inmortalizado en películas y uno de los más fotografiados por los turistas. Pero no el único.
En la misma capital, el de Tío Pepe es otro de los rótulos añejos que más miradas se lleva, pero por carretera, hay un protagonista indiscutible: el toro de Osborne, que aunque a día de hoy no contiene la letra de la marca de la bodega, sigue siendo identificado como tal.
Pero no hay que olvidar los que están directamente vinculados a comercios en forma de letras luminosas, cerámica pintada, vinílicos, en neón y que ya forman parte de la cultura de identificación de marca.
Tipos de rótulos, ¿por cuál apostar?
Depende del tipo de comercio, de la imagen que se quiera proyectar o incluso de la necesidad de distintas dimensiones, el mundo de la rotulación puede ofrecer distintos formatos y acabados.
Tótems, rótulos de neón para los más atrevidos, rótulos corpóreos para los nombres de marca más elegantes, por ejemplo o luminosos de gran dimensión para dar la bienvenida en fábricas o lugares logísticos son solo algunos de los ejemplos más habituales.
Pero el límite en realidad está en la imaginación del creativo y del profesional. Una buena relación entre ambos acaba consiguiendo verdaderas obras de arte.