Los meses van pasando y el Sporting sigue sin encontrar una solución a sus posibles problemas económicos. De los tres posibles compradores que salieron a la palestra en su momento sólo queda la opción del grupo gallego-suizo de Pereira. Por el camino se ha perdido la huella del fondo alemán, con Enrique Pina a la sombra, y de Reygadas, el empresario americano.
Ahora la presión popular y las deudas pueden provocar un cambio inmediato en la gestión de la entidad. El primero en salir podría ser el director general Alfredo García Amado, que parece dispuesto a dejar el cargo después del desgaste vivido en los últimos tiempos, con amenazas y pintadas en la puerta de su domicilio incluidas.
El presidente Antonio Veiga lleva varios meses intentando dejar el cargo y así lo ha reconocido en público en distintas ocasiones, pero continúa pendiente de que Javier Martínez tome una decisión sobre el paquete accionarial. De esta manera seguirían los pasos de Iñaki Eraña y Losada, que hace unas semanas abandonaron sus cargos en el consejo de administración.