Berlín, 26 sep (dpa) – La decisión de abrir las fronteras de Alemania a los refugiados atrapados en Hungría ha dañado la imagen hasta ahora casi impoluta de la canciller Angela Merkel en su propio país, indican varios sondeos de opinión.
El alto nivel de popularidad del que gozaba Merkel, entre otros factores por su gestión de la crisis de la deuda griega, cayó por primera vez en esta legislatura.
La líder conservadora perdió la cima de la «escala de políticos» del semanario «Der Spiegel» en favor del ministro de Relaciones Exteriores, el socialdemócrata Frank-Walter Steinmeier.
Según publica hoy la revista, un 67 por ciento de los encuestados dijo que espera que el jefe de la diplomacia alemana juegue «un papel importante» en el futuro.
Merkel ocupa ahora el cuarto lugar detrás del titular de Finanzas, Wolfgang Schäuble, en el segundo puesto, y del presidente alemán, Joachim Gauck.
Preguntado sobre si la canciller debería desempeñar un rol relevante en el futuro, un 63 por ciento dijo que sí, cinco puntos porcentuales menos que en junio pasado.
Merkel también cayó al cuarto puesto del llamado barómetro político de la segunda cadena de televisión, ZDF, y obtuvo 1,9 puntos en una escala de 5 a -5, su peor valor en esta tercera gestión al mando del gobierno germano.
Entre los motivos de esta pérdida de popularidad figura la política de refugiados de la canciller. Mientras que un 50 por ciento está de acuerdo con la generosidad mostrada por Merkel, un 43 por ciento no está conforme con su actuación
En el sondeo de tendencias electorales de la revista «Stern» y la emisora de televisión RTL, Merkel obtuvo un 49 por ciento de aceptación, el valor más bajo de este año.
Merkel ha defendido una y otra vez la decisión de permitir durante días la llegada sin restricciones de refugiados y se ha mostrado convencida de que Alemania está en condiciones de integrar a los entre 800.000 y un millón que habrán llegado al país durante todo el año.
En su mensaje semanal por video, la mandataria llamó hoy a sus compatriotas con motivo del próximo 25 aniversario de la reunificación alemana (3 de octubre de 1990) a seguir el ejemplo de aquel exitoso esfuerzo para enfrentar ahora la crisis de los refugiados.
La tarea que demandó la unificación de las dos Alemanias tras la caída del Muro de Berlín y el desafío que plantea la llegada masiva de refugiados son difíciles de comparar, admitió Merkel.
«Pero estoy segura de que podemos evocar aquel sentimiento de entonces de saber que cuando se nos presenta una gran tarea estamos en condiciones de cumplirla».
Es precisamente lo que está haciendo mucha gente que trabaja en la ayuda a los refugiados, tanto a nivel profesional como de forma voluntaria, destacó. «Encaran el trabajo con la certeza de que queremos y podremos lograrlo».