Este año, el tema central del Día Mundial de la Salud será la diabetes. Esta enfermedad, generada por la dificultad del cuerpo para regular la cantidad de azúcar en sangre, puede afectar a la audición. Así lo confirman varios estudios médicos como el elaborado por The National Center for Rehabilitative Auditory Research en 2004 que confirma que la pérdida de audición es dos veces más común en las personas con diabetes que en las personas que no tienen la enfermedad.
En este sentido, CLAVE quiere aprovechar el Día Mundial de la Salud para resaltar la importancia del diagnóstico temprano en los problemas de audición a cualquier edad. Según un informe publicado en el portal Heard-It, los jóvenes con diabetes corren un mayor riesgo de desarrollar pérdida de audición que los mayores. Tras aunar los resultados de 13 estudios, en los que participaron más de 20.000 personas de Estados Unidos, Asia, Australia y Brasil, todos a excepción de uno de los estudios encontraron una relación entre la diabetes y los problemas de audición. Los hallazgos demuestran que la discapacidad auditiva se duplica en las personas que padecen diabetes en comparación con las personas sin diabetes.
El de los niños es un sector especialmente sensible a este tipo de problemas, es por ello que CLAVE recomienda a los padres que observen con atención las etapas críticas del desarrollo del niño, ya que puede orientarles para detectar una posible pérdida de audición. Por ejemplo, si con dos años no entiende órdenes sencillas y sin apoyo visual, si a los tres años no localiza la fuente del sonido y no es capaz de repetir frases o si a los 4 años no sabe contar lo que le pasa, pueden ser síntomas de problemas de audición.
Además del grupo infantil, un importante sector de adultos sufre prediabetes. En ellos, la tasa de pérdida de audición es un 30 por ciento mayor que en aquellos con niveles normales de glucosa en la sangre.