Berlín, 14 feb (dpa) – La película chilena «Rara», de Pepa San Martín, acercó al público más joven de la Berlinale la batalla legal de un padre y una madre emparejada con otra mujer por sus dos hijas desde la perspectiva infantil.
El primer largometraje de San Martín, que tuvo su estreno mundial hoy en la sección Generation, gira en torno a Sara, una niña de 13 años que ve cómo su mundo está cambiando y cómo su padre cree que un entorno familiar formado por dos mujeres no es el mejor ambiente para que crezcan sus dos hijas pequeñas.
Sin embargo, la cineasta chilena no buscaba mostrar una película centrada sólo en la unión de esas dos mujeres. «Es la historia de una familia, que incluye esta homoparentalidad que tiene su madre, pero es más que eso. Se trata de la vida de una adolescente que empieza a ver que su mundo está cambiando», explica a dpa San Martín.
«Lo que para ella era normal, en un minuto la sociedad la lleva a verlo de diferente forma», apunta sobre un film inspirado en un hecho real que pasó en Chile hace doce años cuando una mujer perdió la custodia de sus hijos por convivir con otra mujer.
«Hace dos años fue el veredicto de la Corte Interamericana de Derechos Humanos y obligó a Chile a pedir disculpas por este acto. Ahora tenemos una ley de Unión Civil», explica.
Pero para San Martín, no se trata sólo de una cuestión de leyes, sino que es importante humanizarlas. «La discriminación más importante es la que se da en el interior de las familias», alerta.
La temática de su ópera prima no es nueva para esta cineasta nacida en Curicó. «Es una temática que vengo trabajando en cortos anteriores», comenta.
San Martín, ganadora del premio de la DAAD de la Berlinale por su corto «La ducha» en 2012, que la llevó a vivir tres meses en la capital alemana, busca reflejar los derechos humanos a través de sus trabajos, pero «no sólo como leyes, sino los derechos humanos callejeros, los derechos humanos de la cotidianeidad, del interior de las casas».
Y para ello se vale de la inocente mirada de los niños. «Creo que no se muestran suficiente los temas desde una mirada infantil. Los niños están muy afectados por las decisiones de los adultos y creo que tenemos que tener cada vez más conciencia de eso, de cómo hacemos que de nuestros prejuicios se hagan cargo las generaciones que vienen. Tenemos que ser conscientes y responsables de eso», afirma.
El film muestra el rechazo que viven las dos mujeres, algo que no se reduce a Chile en opinión de San Martín. «Hay muchos lugares en el mundo donde todavía sigue siendo un delito. Hay gente que va presa y la pueden matar», recuerda.
«Es un camino muy largo que aún debemos recorrer. Esta película es sólo un grano de arena a una lucha política que hay en el mundo», agrega sobre su film que espera poder estrenar en junio en Chile.
Por Almudena de Cabo