(dpa) – La Ópera Estatal de Berlín, dirigida por el argentino-israelí Daniel Barenboim, celebrará el jueves sus 275 años con la reapertura definitiva tras siete largos años de remodelaciones.
La ópera más emblemática de Alemania, que sobrevivió dos guerras mundiales, un cambio de nombre, un incendio y un sinnúmero de reformas, se presentará al público con una acústica mejorada y la más moderna tecnología.
La orquesta dirigida por Barenboim y el alemán Jürgen Flimm regresó con un concierto de gala hace dos meses a su sede en el bulevar Unter den Linden tras años de «exilio» en el teatro Schiller. Pocos días después, la ópera volvió a cerrar sus puertas para permitir que se completaran los últimos detalles técnicos.
«Estamos todos sumamente felices de estar de vuelta en nuestra sede en Unter den Linden», dijo Matthias Schulz, uno de los directores artísticos. Todavía se ven en los pasillos a algunos albañiles acabando las tareas. «Un par de baldosas aquí y allá, un espejo», comentó Katrin Dietl, portravoz del departamento de obras públicas de la ciudad-estado de Berlín.
La temporada oficial será inaugurada con un concierto de cumpleaños dirigido por Barenboim con obras de Felix Mendelssohn-Bartholdy, Pierre Boulez y Richard Strauss. El viernes tendrá su estreno el programa operístico con «Hansel y Gretel» de Engelbert Humperdinck bajo la dirección de Achim Freyer.
El rey Federico II de Prusia (1712-1786) encargó al arquitecto Georg Wenzeslaus von Knobelsdorff la construcción de una «ópera de la corte real» con la idea de que fuera «un palacio encantado». La ópera abrió sus puertas con «Cleopatra e Cesare» de Carl Heinrich Graun.
El edificio duró un siglo. En la noche del 18 de agosto de 1843 se incendió casi por completo. Fue reconstruida y reinaugurada a finales de 1844.
Desde entonces, la Ópera Unter den Linden es uno de los principales templos musicales del mundo. Richard Strauss, Wilhelm Furtwängler, Erich Kleiber, Otto Klemperer y Herbert von Karajan empuñaron la batura en esta sala.
En la Segunda Guerra Mundial fue destruida dos veces por las bombas. El segundo intento de reconstruirla se demoró hasta 1955, seis años antes de la construcción del Muro de Berlín.