(EP) – El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ha instado este miércoles a Egipto, Etiopía y Sudán a «reanudar las negociaciones» sobre la Gran Presa del Renacimiento, el monumental proyecto de infraestructuras de Etiopía en el Nilo Azul, que ha desatado las protestas de los otros dos países al entender que podría comportar graves efectos sobre su economía.
En una declaración, la Presidencia del Consejo de Seguridad ha animado a los países a retomar el diálogo auspiciado por la Unión Africana (UA) con vistas a finalizar el texto de un «acuerdo mutuamente aceptable sobre el llenado y la explotación de la presa» en un «plazo razonable que garantice los intereses de todas las partes de forma equitativa».
El proceso debe llevarse a cabo de forma «constructiva y cooperativa», ha aseverado, para llamar a la UA a «poner al día» al Consejo sobre la situación y sus «esfuerzos».
Asimismo, ha alentado a los observadores invitados a las negociaciones dirigidas a que sigan apoyando las negociaciones con vistas «a facilitar la resolución de las cuestiones técnicas y jurídicas pendientes».
En respuesta, el Ministerio de Exteriores de Etiopía ha indicado en un comunicado que la ONU se ha pronunciado «de una manera sin precedentes» y ha aplaudido al organismo por «enviar el asunto a las negociaciones trilaterales encabezadas por la UA».
Sin embargo, ha subrayado que «es lamentable que el Consejo (de Seguridad de la ONU) se pronuncie sobre un asunto de derechos del agua y el desarrollo que está fuera de su mandato» y ha criticado a Túnez por impulsar el debate en el organismo.
Etiopía ha señalado que «el error histórico de Túnez al impulsar el pronunciamiento del Consejo socava su responsabilidad solemne como miembro rotatorio del Consejo de Seguridad de la ONU en representación de África».
«Etiopía aplaude a los miembros del Consejo que jugaron su parte a la hora de rectificar las violaciones contra la integración del método de trabajo del Consejo a la hora de procesar el comunicado», ha apuntado en su comunicado.
En este sentido, ha incidido en que «los recursos hídricos transfronterizos suponen una oportunidad para alcanzar el bien común y la cooperación regional» y ha insistido en que el país «aspira a lograr su derecho legal y construir la amistad entre pueblos de los países ribereños».
«Etiopía considera que es el momento de que los países de la cuenca del Nilo se unan para impulsar una cooperación amplia», ha dicho, al tiempo que ha reiterado que «no reconocerá ninguna demanda surgida a raíz de este comunicado presidencial».
EGIPTO Y SUDÁN APLAUDEN EL LLAMAMIENTO
Por su parte, el Gobierno de Egipto ha aplaudido el comunicado y ha ensalzado la apuesta de la ONU a la vía de las negociaciones, antes de argüir que en su comunicado ha pedido a los tres países implicados que logren un acuerdo «vinculante».
De esta forma, El Cairo ha manifestado que el comunicado de la ONU reafirma la importancia de que estos países alcancen un acuerdo para evitar «graves implicaciones a la paz y la seguridad internacional», según ha recogido el diario egipcio ‘Al Ahram’.
A las reacciones se ha sumado el Ministerio de Exteriores de Sudán, quien ha indicado que el comunicado del Consejo de Seguridad de la ONU es «equilibrado» y «tiene en cuenta los intereses de las tres partes», antes de mostrar su voluntad de alcanzar un acuerdo para solucionar la disputa.
Asimismo, ha expresado su deseo de que el comunicado lleve a los tres países a retomar las negociaciones bajo la mediación de la UA y con «una nueva metodología y una voluntad política concreta», tal y como ha informado la agencia estatal sudanesa de noticias, SUNA.
La presa ha provocado la ira de Sudán y Egipto al entender que les arrebata los recursos del Nilo Azul. Los gobiernos de Egipto, Etiopía y Sudán alcanzaron en enero de 2020 un principio de acuerdo sobre los principales puntos de disputa en torno a la construcción de la presa y se comprometieron a firmar el documento final a finales de febrero, si bien Adís Abeba abandonó las conversaciones antes de firmar el acuerdo, algo que sólo hizo El Cairo.
Etiopía, que está financiando en solitario el proyecto y espera convertirse en el mayor generador y exportador de electricidad del continente, rechaza estas acusaciones. Las obras están siendo llevadas a cabo precisamente en la región de Benishangul-Gumaz y, una vez finalizadas, la presa será la más grande del continente.