Moscú, 17 jun (dpa) – La Italia de Giuseppe Meazza. El Brasil de Pelé. ¿Y la Alemania de Toni Kroos, Mesut Özil y Joachim Löw? La «Mannschaft» debutará hoy ante México en Rusia 2018, donde busca convertirse en el tercer equipo que gana dos Mundiales de forma consecutiva.
Alemania derrotó a Argentina 1-0 el 13 de julio de 2014 en la final de Brasil 2014 y se estampó la cuarta estrella encima del escudo. En Rusia quiere la quinta y el camino arranca hoy, casi cuatro años después de aquella noche en el Estadio Maracaná.
El equipo dirigido por Löw aparece como uno de los grandes favoritos al título y si todo se le da bien, el inicio y el final de la aventura tienen un punto en común: el Estadio Luzhniki, sede del duelo ante México y escenario también de la final el 15 de julio.
«Ganar dos Mundiales consecutivos es algo dificilísimo, hace 70 u 80 años que nadie lo consigue», señaló Löw, técnico de Alemania desde 2006, el hombre que construyó una de las selecciones más fiables de las últimas décadas. Siempre competitiva, siempre en las instancias finales.
«Tenemos la ambición y las ganas, las mismas que hace cuatro años. Y sentimos que la tensión va en aumento. Hay mucha tensión, pero es una tensión positiva. Todo el mundo tiene ganas de que esto empiece, de salir a demostrar que lo podemos hacer bien».
La Italia de Meazza ganó sus dos Mundiales consecutivos en 1934 y 1938, en los albores de la Copa del Mundo. Y el Brasil de Pelé lo hizo en 1958 y 1962. Además, el legendario futbolista levantó un título más en 1970.
Campeona en 1954, 1974, 1990 y 2014, Alemania mantiene el bloque que se coronó en Brasil, pero perdió piezas como Bastian Schweinsteiger, Philipp Lahm o Miroslav Klose. Pero la fábrica alemana no para de producir futbolistas de primer nivel y la selección germana arrasó en la Copa Confederaciones con un equipo plagado de jóvenes talentos.
Muchos de ellos están también en el Mundial, donde Alemania presenta una mezcla de veteranos y novatos. «Es cierto que se fueron jugadores importantes después de 2014, pero tenemos a jóvenes excelentes que se han incorporado. Estuvieron en la Confederaciones y ahora están aquí. Tenemos muchos campeones del mundo en la selección», comentó Julian Draxler.
Exactamente nueve: Toni Kroos, Mesut Özil, Manuel Neuer, Jerome Boateng, Sami Khedira, Thomas Müller, Mats Hummels, Matthias Ginter y el propio Draxler.
Alemania sólo ha perdido uno de sus 18 partidos de debut en una Copa del Mundo, en 1982 ante Argelia. Sus dos últimos estrenos fueron apabullantes: 4-0 a Australia en Sudáfrica 2010 y otro 4-0 a Portugal en Brasil 2014.
«El primer partido del Mundial va relacionado con la confianza de los jugadores. Generalmente nos va bien en un torneo cuando empezamos con una victoria», consideró Löw.
Sin embargo, las dos últimas campeonas del mundo -España e Italia- se despidieron en la fase de grupos en el Mundial siguiente. Y lo mismo le ocurrió a Francia en 2002. Que le ocurriera a Alemania sería una sorpresa mayúscula, por mucho que sus últimos partidos no hayan sido especialmente brillantes.
Sólo ganó uno de los últimos cuatro, un 2-1 sobre Arabia Saudí, y además la concentración se vio sacudida por una polémica foto de Özil e Ilkay Gündogan con el presidente turco, Recep Tayipp Erdogan.
México, por su parte, no llega exento de polémicas. Antes de volar a Rusia, casi toda la plantilla celebró una fiesta con escorts que trascendió a la prensa.
«No creo que la fiesta tenga mucha importancia en el torneo», aseguró Draxler, cuya selección nunca ha perdido un partido oficial ante México.
Pero los aztecas creen que pueden dar el golpe. Cuestionado sobre si prefería el respeto o la ilusión a la hora de preparar el duelo ante Alemania, el seleccionador mexicano, Juan Carlos Osorio, elige la segunda.
«Para mí la ilusión siempre, esa es la frase de la semana, jugar por el amor a ganar y no por el temor a perder», dijo el técnico colombiano. «Creemos plenamente en la calidad técnica del grupo para jugar de tú a tú contra ellos».
«Es una gran oportunidad para el fútbol mexicano medirse en el torneo más importante que hay ante la campeona defensora. Yo apostaré a competir y ganar a Alemania», agregó.
Tanto Löw como Osorio cuentan con todos sus jugadores sanos, por lo que podrán alinear a su once de gala. El técnico alemán dijo que tiene algunas dudas, mientras que Osorio lleva tiempo jugando al despiste.
Por Ignacio Encabo (dpa)