Berlín, 7 oct (dpa) – El gerente del Hertha Berlín, Michael Preetz, se atrevió a expresar el sentir de muchos en el fútbol alemán: «Que me perdonen todos los responsables del Bayern y todos los hinchas del Bayern: es una buena jornada para el fútbol alemán porque hay emoción en la punta de la tabla y es algo que no teníamos hace mucho tiempo».
Preetz se refería a los nuevos aires que se respiran en la Bundesliga alemana de fútbol al ver flaquear al campeón récord.
Los bávaros sufrieron el sábado en casa una humillante derrota por 3-0 ante el Borussia Mönchengladbach, la segunda consecutiva. Ahora mismo el Bayern está hundido en la clasificación, quinto tras siete fechas y a cuatro puntos del líder, el Borussia Dortmund.
En 56 años de la Liga alemana, el Bayern sólo perdió tres veces en casa por más de 3-0. Además, es la primera vez que hilvana dos derrotas ligueras desde 2015.
Hace un año, el Bayern también estaba a esta altura de la temporada en una situación similar y acabó ganando, bajo las órdenes del veterano Jupp Heynckes, su sexto título consecutivo. Además, lo hizo con una ventaja de 21 puntos respecto al segundo.
Sin embargo, las circunstancias actuales son otras. El Dortmund, que la temporada pasada tuvo un comienzo fulminante y acabó tercero, ha mejorado su calidad al mando del técnico suizo Lucien Favre. «Este equipo tiene una estabilidad muy diferente», valoró el ex jugador y ahora dirigente del club Sebastian Kehl.
También otros clubes han adoptado nuevas estrategias. A diferencia del escolta Schalke, que subió el nivel la campaña pasada con un fútbol de resultados mínimos, los actuales perseguidores directos Werder Bremen, Hertha Berlín y Augsburgo se definen más por su calidad de juego que por la lucha.
«Queremos mostrarnos dominantes. Nuestra forma de juego aumenta la posibilidad de ganar», explicó el técnico del Bremen, Florian Kohfeldt.
Esta tendencia se ve reflejada en partidos atractivos y pletóricos de goles. Hasta el sábado, la cuota de goles por partido ascendía a tres, muy por encima del 2,79 de toda la temporada precedente.
Los responsables del fútbol alemán son conscientes de que se trata de una tendencia actual que no necesariamente es la consecuencia de un proceso largo.
Por ello, la Liga alemana se ha propuesto impulsar reformas estructurales. «Durante años estuvimos en la cresta de la ola en cuanto a la formación de nuevos talentos. Desde hace uno o dos años que esto ya no es así y tenemos que hacer ajustes», opinó Preetz.
En el corto plazo, el nuevo técnico del Bayern, Niko Kovac, tendrá que buscar soluciones para la crisis del Bayern. «Han llegado a un punto que ya conocen los otros clubes de primera», analizó Preetz las urgencias del plantel de Múnich. «Todos tienen altibajos en una temporada, pero en el caso del Bayern no suelen ser tan marcados como ahora».
Kovac, por su parte, sabe que su permanencia en el banco del Bayern no será larga si no consigue revertir la mala racha. «Conozco los mecanismos del fútbol y de la Bundesliga. Y sé que los tiempos del Bayern son otros».
El ex internacional croata, de 46 años, comenzó bien la temporada, con siete partidos ganados, pero acumula ahora cuatro sin cantar victoria, incluido un empate de 1-1 en casa ante el Ajax Amsterdam en la Liga de Campeones.
La tarea se le complica debido a que doce jugadores del Bayern han sido convocados para los partidos de la selección alemana, por lo que tendrá poco tiempo para preparar al equipo para el próximo encuentro liguero que lo verá enfrentarse al Wolfsburgo.
Por Florian Lütticke y María Laura Aráoz (dpa)