El dolor de rodilla es una de las dolencias más comunes que puede tratar un fisioterapeuta. Cuando se pregunta a los pacientes cómo empezó su dolor, muchas veces no están seguros, parece que empezó de la nada y empeora progresivamente. ¿Te suena esto familiar?
El dolor de rodilla, el chasquido o el agrietamiento que aparecen gradualmente con el tiempo pueden indicar que el cartílago o el menisco pueden estar desgastados. Sumerjámonos en la anatomía. La rodilla contiene un menisco medial (en forma de C) y un menisco lateral (en forma de O) que se asientan en la parte superior de la espinilla o la tibia. El menisco proporciona un cojín a la articulación de la rodilla. Desempeña un papel importante en la forma en que la rodilla se mueve y tolera el impacto.
Algunas lesiones de menisco son de naturaleza traumática, como una caída o un golpe en la rodilla. Sin embargo, la mayoría de las rupturas de menisco se producen por «desgaste» con el paso del tiempo. Las quejas comunes asociadas con un desgarro degenerativo del menisco son: chasquidos ocasionales o agarrotamiento de la rodilla, disminución del rango de movimiento y dificultad para subir escaleras, ponerse en cuclillas o arrodillarse.
Opciones de tratamiento
Recientemente ha salido a la luz una investigación muy convincente de que la cirugía podría no ser una opción de tratamiento tan buena como pensábamos que era.
Digamos, por ejemplo, que usted está corriendo su ruta matutina a las 5.30 AM, está oscuro, inadvertidamente pisa un bache, y se atasca la rodilla. ¿Te suena de algo? Por supuesto que sí. Tu rodilla se revienta y chasquea, y también notas que se bloquea al andar. Una resonancia magnética posterior muestra que usted tiene un desgarro en el menisco. El veredicto es que usted va a necesitar cirugía artroscópica para reparar el menisco desgarrado. Esto parece tener sentido inherente. Algo se desgarra en la rodilla, causa síntomas, usted arregla lo que se desgarra y su rodilla mejora con 6 semanas de buena rehabilitación.
Algunos estudios sobre la rotura de menisco
Sin embargo, la investigación más reciente en esta área no parece respaldar esta práctica clínica comúnmente aceptada y aparentemente prudente (correlación no implica causalidad). Un ensayo controlado aleatorio realizado por Jarvinen demostró que la extirpación parcial de un menisco desgarrado degenerativo no alivia los síntomas mecánicos en comparación con la cirugía simulada.
En un estudio de seguimiento de 2 años de pacientes que no tenían osteoartritis de rodilla pero tenían síntomas de un desgarro medial degenerativo del menisco, los resultados después de la meniscectomía parcial artroscópica no fueron mejores que los de la cirugía simulada. No se pudieron encontrar pruebas que apoyen las ideas predominantes de que los pacientes con presencia de síntomas mecánicos o ciertas características del desgarro del menisco o aquellos que han fracasado en el tratamiento conservador inicial tienen más probabilidades de beneficiarse de la meniscectomía parcial artroscópica que de ninguna cirugía en absoluto.
Antes de estos estudios, los cirujanos ortopédicos confiaban en los beneficios de la cirugía artroscópica para los pacientes que sufrían de síntomas mecánicos. Sin embargo, la prueba científica de los beneficios se ha basado enteramente en estudios de seguimiento no controlados. Además, un estudio de Mosely en 2002 mostró que la artroscopia no era más útil que la cirugía falsa en personas mayores. El hecho es que el uso de la RM es una gran herramienta diagnóstica para determinar si hay daño tisular o no, pero no es un buen indicador de quién se beneficiará realmente de la artroscopia de rodilla.
Para colmo, un estudio de Roos en 2016 mostró que un enfoque conservador (fisioterapia y ejercicio) proporciona tan buenos resultados como la meniscectomía artroscópica. Además, demostró que los pacientes que fracasan en la rehabilitación conservadora también terminan fracasando en la cirugía posterior. Necesitamos buscar otras soluciones, no cirugía, para curar a ese paciente.
Por lo tanto, el mensaje apropiado es que no debe apresurarse a que le reparen quirúrgicamente el menisco desgarrado, incluso si la resonancia magnética muestra que sí hay un desgarro.