Karlsruhe/Berlín, 14 dic (dpa) – La canciller alemana, Angela Merkel, salió hoy a la palestra del congreso federal de la Unión Cristianodemócrata (CDU) con un objetivo claro: defender su política de gestión de la crisis de refugiados y acallar las voces que reclaman un límite máximo a la entrada de solicitantes de asilo.
«Tras casi una hora y media de discurso no hay duda alguna: The Boss is back. La jefa está ahí. Firme», escribió el diario alemán «Süddeutsche Zeitung».
«Su política, toda su postura personal en la política de refugiados fue objeto de debate. ¿Conseguiremos el ‘Lo vamos a conseguir’? En el partido fue algo fuertemente controvertido, hasta hoy. Hasta este discurso», agregó el rotativo.
Tras semanas de acalorada discusión en torno a la gestión de Merkel en la crisis de refugiados, los delegados de la CDU decidieron respaldar hoy a su líder y aprobaron por amplia mayoría una postura común de cara al futuro, que prevé una reducción significativa del número de solicitantes de asilo, pero no un límite máximo a la entrada de refugiados.
La votación tuvo lugar después de un vehemente discurso en el que Merkel defendió que, a pesar de las dudas suscitadas, Alemania y Europa conseguirán hacer frente a la crisis de refugiados, a la que calificó como una «histórica prueba».
«Esperamos que Europa pase esta prueba», aseguró ante los 1.000 delegados reunidos en Karlsruhe, en el suroeste del país. «Nunca fue fácil en Europa, pero hasta ahora Europa siempre ha pasado todos los exámenes, a veces en el último minuto, y creo que así pasará en esta ocasión», declaró. «Estoy convencida de que pasará esa prueba», afirmó.
La mandataria, que lleva tiempo en el centro de todas las críticas por su política de puertas abiertas a los refugiados, defendió la decisión tomada en agosto de dejar entrar a los miles de refugiados que se encontraban en las fronteras. «Fue ni más ni menos que un imperativo humanitario», declaró.
Merkel no tiene duda de que se conseguirá gestionar la crisis, pero reconoció que le sorprendió la discusión suscitada en torno a cómo puede decir que se va a conseguir. «Puedo decirlo porque pertenece a la identidad de nuestro país conseguir hacer frente a grandes desafíos», afirmó.
En este punto, la líder cristianodemócrata recordó que a lo largo de la historia de Alemania hubo muchas afirmaciones que luego demostraron ser ciertas, como cuando el ex canciller alemán Helmut Kohl aseguró el 1 de julio de 1990 que el este de Alemania se convertiría en «paisajes florecientes».
«En el 25 aniversario de la reunificación alemana podemos decir que tenemos tierras florecientes en todos los antiguos estados del este de Alemania. Lo hemos conseguido, son paisajes florecientes», comentó.
Sin embargo, la canciller alemana reconoció que no será fácil y que el país y el continente europeo se enfrentan a una «enorme tarea». Dentro de esta tarea, se encuentra el objetivo de reducir de forma significativa la llegada de solicitantes de asilo y refugiados a través de medidas efectivas.
«Una reducción significativa es en interés de todos», aseguró. Esto vale tanto como para el abastecimiento e integración en Alemania, como para Europa y también los refugiados, indicó. «Nadie, con independencia del por qué ha elegido ese camino, abandona fácilmente su país», recordó.
De esta manera, Merkel se mantuvo firme en su negativa a fijar un límite máximo a la entrada de refugiados al país, como reclamaban desde la Unión Cristianosocial (CSU) y desde las juventudes de la CDU y otras voces de su partido.
En su opinión, detrás del escepticismo de muchas personas se encuentra también la incertidumbre sobre cómo puede modificar la vida en Alemania el gran número de refugiados que llegan actualmente. «Pero aquí también hay oportunidades», señaló.
«¿Qué cambiará en Alemania? ¿Queremos de verdad cambios? ¿Qué efectos tendrán las otras culturas en nosotros? ¿Seguirá siendo la Alemania que conocemos? Éstas y otras preguntas se esconden detrás del escepticismo de la gente», reconoció Merkel.
«La globalización tiene cosas positivas, pero también negativas», indicó. «Y los dos lados tienen influencia en nuestra vida en Alemania», comentó.
«Se puede reaccionar de dos maneras: con el aislamiento o aprovechando las oportunidades. El aislamiento en el siglo XXI no es una opción sensata», declaró ante el aplauso de los delegados.
Durante su discurso, Merkel recordó también la importancia de dejar claro a los refugiados que no cumplan con los requisitos para solicitar el asilo que serán devueltos a sus países y la necesidad de fortalecer la lucha contra el tráfico de personas y las fronteras exteriores, en donde Turquía juega un «papel clave».
«Al final, la vida es como montar en bicicleta: consiste en pedalear hacia adelante para mantener el equilibrio», subrayó Merkel citando a Albert Einstein. «Debemos seguir siempre en movimiento para encontrar el equilibrio correcto», agregó.
El congreso de hoy era visto como una prueba para la canciller alemana. El aplauso de nueve minutos de duración al final de su discurso con todos los delegados en pie dejó patente que Merkel sigue siendo Merkel.
Por Almudena de Cabo