(EUROPA PRESS) La Organización Interprofesional Láctea (Inlac) ha solicitado al Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente que traslade a la Comisión Europea la solicitud de adopción a nivel europeo de medidas excepcionales y temporales para equilibrar el mercado, a través de la retirada del excedente de leche provocado por el veto ruso.
La interprofesional, en un comunicado, ha calificado las medidas recientemente aprobadas por la Comisión Europea de «insuficientes» y ha advertido que esta situación está provocando una caída de los precios del sector lácteo.
Inlac ha subrayado que el cierre comercial ha supuesto la pérdida de mercado para 2,2 millones de toneladas de leche al año, principalmente en forma de quesos (257.000 toneladas) y mantequilla (37.000 toneladas), por lo que las industrias lácteas europeas han orientado sus producciones a la evolución del mercado desde el queso exportado a Rusia, hacia la fabricación de mantequilla y leche en polvo desnatada.
No obstante, el aumento de oferta en el mercado interior ha provocado una caída de precios en la UE llegando hasta el 15% para la mantequilla y el 25% para la leche en polvo desnatada.
De esta forma, Inlac ha propuesto el establecimiento de una medida europea excepcional de intervención pública para la mantequilla y la leche en polvo desnatada a precios de intervención más elevados que los actualmente existentes.
En concreto, ha indicado que los precios de compra deberían ajustarse con el fin de elevar temporalmente el nivel de la red de seguridad europea, además de que se deberían fijar mensualmente los volúmenes de compra.
El sector subraya que esta medida «sería siempre limitada en el tiempo» y en todo caso «se finalizaría tan pronto como desapareciera el impacto del veto ruso sobre los mercados».
Para Inlac esta medida tendría «un efecto inmediato sobre los mercados, permitiendo un eficiente funcionamiento de los mismos, evitando que mercados como el español se conviertan en drenaje a precios bajos de los posibles excedentes que pudieran generarse en otros Estados miembro».
En este contexto, la industria láctea plantea que Bruselas y los Estados miembro «vigilen el comportamiento y evolución del mercado interno de la UE con el fin de evitar posibles distorsiones o ‘dumping'».