Berlín, 9 dic (dpa) – La patronal alemana llamó este martes a las autoridades a acelerar el proceso de integración de los refugiados en el mercado laboral alemán.
Para ello, la Cámara de Comercio y de la Industria Alemana (DIHK) presentó un programa nacional para asesorar a los refugiados alemanes en su entrada al medio laboral del país.
A la vez, la DIHK pidió nuevas leyes para que los refugiados no puedan ser expulsados de Alemania mientras dure su formación profesional en el país.
La industria alemana quiere prevenir, así, las consecuencias del envejecimiento general de la población y proveer de mano de obra a la primera economía europea, que sigue creciendo pese al enfriamiento de la coyuntura mundial.
Las 79 cámaras de comercio regionales que conforman la DIHK trabajan juntas en el programa nacional, que busca impulsar la adaptación de los refugiados a la oferta formativa en los diferentes sectores económicos.
El presidente de la DIHK, Eric Schweitzer, consideró que el límite de edad de 21 años impuesto por el gobierno para comenzar una formación profesional «solo es un obstáculo burocrático innecesario».
No obstante, el propio Schweitzer alertó del peligro de poner demasiadas expectativas en la adaptación de los refugiados que, para completarse, exigirá entre siete y diez años.
Lo principal, dijo, es que aprendan alemán cuanto antes: «si no conocen el idioma, no tienen la menor oportunidad» en Alemania.
El programa de la DIHK costará unos 20 millones de euros (unos 21,75 millones de dólares).