Tanto en Candás, Carreño y resto de Asturias, el activismo social a nivel local es una herramienta poderosa y necesaria para crear cambios positivos en la sociedad. Y sin duda también es un medio de presión para que los vecinos y vecinas puedan tener otra voz, una que no vaya ligada a unas siglas políticas y que defiendan el bienestar colectivo.
A nivel local, el activismo social tiene el potencial de transformar las comunidades, promover la inclusión, la diversidad y reclamar respuestas acordes a las necesidades de las personas.
Movimientos sociales
Muchas veces las personas se quejan y se «conforman con la queja», pero no dan un paso al frente o no son capaces de crear asociaciones que respondan a las necesidades sociales, en otros casos hay ejemplos de asociaciones y colectivos que han tenido y siguen teniendo un gran impacto en la sociedad y son capaces de movilizar a cientos o a miles de personas.
Los movimientos de activismo social local exitosos han llevado a cambios en políticas y prácticas que benefician a la comunidad. Además también es importante destacar los éxitos cosechados por el activismo ambiental que ha llevado a cambios en las políticas y prácticas locales, como la prohibición de los plásticos de un solo uso y la promoción de la energía limpia.
El activismo local también genera un sentido de comunidad y fomenta el compromiso cívico. Al trabajar juntos hacia un objetivo común, las personas construyen relaciones y crean un sentido de pertenencia. Esto, a su vez, conduce a un mayor compromiso cívico a medida que los miembros de la comunidad se involucran más en los problemas que afectan a su comunidad y las generaciones venideras.
El activismo local también conduce a las autoridades a escuchar las preocupaciones de sus electores cuando están organizados y expresan su opinión.
Promover el dialogo
El activismo local también promueve el diálogo y el entendimiento entre diversos grupos. Al reunir a las personas para trabajar por un objetivo común, las personas crean oportunidades e incluso pueden hacer que las autoridades locales cumplan promesas, ayuden a la solución de los mismo y tengan interlocutores validos respaldados por una gran parte de los habitantes de un pueblo, barrio, parroquia o ciudad.
A pesar de sus muchos beneficios, el activismo social local también enfrenta una serie de desafíos. Uno de los mayores desafíos es la falta de recursos y otro es lograr que una cantidad considerable de personas quieran unirse y exponerse para realizar sus movilizaciones o mostrar sus demandas sociales.
Los expertos aconsejan que todas aquellas personas que quieran luchar por sus derechos, por una causa o que busquen una mejor calidad de vida para sus comunidades se unan y se vayan marcando objetivos que obviamente irán cambiando día a día, pues cada día es un nuevo reto y cada reto necesitará de una respuesta y propuesta consensuada por los miembros de las asociaciones.