El norte de España alberga algunas de las zonas vitivinícolas más reconocidas del país gracias, precisamente, a las condiciones climáticas que permiten a cientos de productores cosechar distintas especialidades que luego acaban siendo los vinos, sidras y bebidas espirituosas más reputadas a nivel internacional.
En estas tierras de tradición milenaria, no solo cuentan las cosechas sino también los depósitos de vino que, no son solo herramientas de almacenamiento, sino también elementos clave en la garantía de calidad, sostenibilidad y economía local.
¿Qué tiene el norte de nuestro país?
Las regiones septentrionales cuentan con una climatología privilegiada que ampara una producción de vino única gracias a suelos variados, altitudes medias y un clima atlántico o continental que favorece la maduración de variedades como los Tempranillo, Mencía, Albariño, Godello o Garnacha Tintorera.
¿Qué función tienen los depósitos de vino?
Los depósitos de vino (también llamados tanques) son contenedores donde se realiza la fermentación, maceración, almacenamiento y a veces crianza del vino .
Su importancia es clave en el control de fermentación ya que permiten regular la temperatura, evitando oxidaciones y contaminaciones que podrían, como bien saben desde Almacenes el Majo, afectar la calidad del vino.
Desde que la compañía se fundara en 1950 hasta hoy han visto toda una evolución hasta llegar a depósitos de acero inoxidable que conservan la pureza aromática de uvas delicadas de la zona, aunque no es la única opción ya que existen depósitos de vino en Asturias también de hormigón, troncocónicos o de madera, que son ideales para fermentaciones más largas con cierto contacto controlado con oxígeno.
La correcta elección y mantenimiento afecta directamente en el producto final y permite que las bodegas españolas compitan en denominaciones de origen para batir a productos internacionales. Además, son un vehículo para el desarrollo rural y la repoblación de zonas de la llamada España vaciada.
¿Por qué se decantan los productores por este estilo de almacenaje? Porque permite reducir el consumo energético mientras se desarrolla un férreo control de temperatura, minimizando el uso de los productos químicos y aumentando la eficiencia hídrica
Su correcta elección, mantenimiento y uso permiten maximizar la calidad de los vinos, preservar la identidad regional y sostener una economía basada en la excelencia.