Las cadenas por cable en Estados Unidos transformaron la guerra cultural en una estrategia empresarial para atraer audiencias, mientras la política mantiene su foco en la economía.

La televisión por cable en Estados Unidos ha encontrado en la llamada guerra cultural una fórmula eficaz para ampliar su audiencia. En las dos últimas décadas, asuntos como la inmigración, el crimen, la religión, la identidad de género y los conflictos raciales pasaron de ser temas secundarios a ocupar un lugar central en los noticiarios más vistos. Esta evolución no solo refleja un cambio en la agenda mediática, sino una estrategia empresarial calculada para maximizar la atención del público.
Las cadenas priorizan el conflicto cultural sobre la economía
Desde 1996, con la entrada de Fox News y MSNBC en el panorama televisivo, la competencia por la audiencia se ha intensificado. Según el estudio The Business of the Culture War (MIT y Harvard, 2025), las cadenas por cable dedican más del 50 % de su cobertura a temas culturales, mientras que los anuncios políticos en televisión siguen centrados en asuntos económicos en un 80 %.
El análisis, basado en más de 200 000 horas de contenido televisivo, indica que los medios y los actores políticos responden a lógicas distintas. Las cadenas buscan aumentar el tamaño de su público, mientras los políticos tratan de incrementar su porcentaje de voto. Por ello, sus incentivos al seleccionar contenidos no coinciden.
El valor económico del conflicto cultural
El contenido económico resulta más eficaz para atraer espectadores desde otros medios —una táctica conocida como poaching o apropiación de audiencia—, pero los temas culturales movilizan a más personas y generan mayor fidelidad. Por eso, la cobertura de conflictos identitarios se ha convertido en una estrategia rentable para las cadenas.
Las televisiones tradicionales, como ABC, CBS y NBC, históricamente equilibraban su cobertura entre economía y cultura. Sin embargo, desde 2010 han reducido el espacio dedicado a temas económicos, siguiendo la tendencia marcada por sus competidores por cable.
Impacto sobre el electorado y la polarización
El estudio también relaciona esta transformación mediática con un cambio en las prioridades del electorado. En las zonas con mayor acceso a cadenas por cable, los votantes tienden a considerar los temas culturales como los más importantes del país. “Los políticos en distritos más expuestos a las noticias por cable aumentan el enfoque cultural de sus anuncios”, señala el informe.
Los resultados apuntan a que el consumo de noticias por cable ha modificado la percepción ciudadana de la agenda nacional, influyendo en las estrategias de campaña y en el aumento de la polarización cultural. Según el documento, este fenómeno explicaría hasta un tercio del crecimiento de esa polarización desde el año 2000.
Numerosos indicadores muestran que la guerra cultural en los medios estadounidenses no surgió de manera espontánea, sino como una decisión empresarial con efectos directos en el debate público, la conducta electoral y el equilibrio entre la información económica y cultural.
Con información de NotiPress.
