La incidencia de la gripe en Asturias en el periodo de vigilancia comprendido entre el 5 y el 11 de enero se situó en 270,8 casos por 100.000 habitantes, con una situación de difusión epidémica e intensidad media, lo que significa que los virus se difunden con más facilidad y las infecciones aumentan por segunda semana consecutiva.
La incidencia se mantiene alta en el grupo de edad de 0-4 años y sigue aumentando claramente en el resto de grupos de edad, especialmente entre los menores de 14 años. La onda epidémica estacional de esta temporada continúa su curso ascendente, con altas incidencias en todos los grupos de edad. Se espera que la incidencia de gripe continúe aumentando en las próximas 3-4 semanas hasta alcanzar un máximo a finales de enero o principios de febrero antes de comenzar a descender.
En cuanto a la situación nacional, se observa un aumento de la actividad gripal en la mayoría del territorio asociada a una transmisión casi generalizada de los virus. Como suele ser habitual las tasas de incidencia son más altas en las comunidades del norte de la península. La evolución de la actividad es creciente en la mayor parte de Asturias. La tasa global de incidencia de gripe en la semana 02/2015 aumenta a 88,90 casos por 100.000 habitantes iniciándose la fase de ascenso de la onda epidémica estacional.
En la inmensa mayoría de los pacientes, la gripe está siendo leve y remite de forma natural sin necesidad de medicinas e incluso de asistencia médica. Los síntomas aparecen de forma súbita y fundamentalmente provocan fiebre, tos y malestar general. La enfermedad también puede originar dolor de cabeza y de garganta, secreción nasal, estornudos, lagrimeo o dolores musculares y sensación de cansancio, lo que hace aconsejable aguardar algunos días de reposo.
La presión asistencial sobre la red sanitaria está siendo la habitual para este periodo epidémico y estacional. Para dar la mejor respuesta a esta situación, el Servicio de Salud cuenta con una plantilla bien cualificada que se enfrenta profesionalmente a la situación y con sus mejores esfuerzos y dedicación.
Si se contrae la enfermedad, lo mejor es permanecer en casa mientras duren los síntomas, evitar el contacto muy cercano con otras personas y no compartir objetos personales que hayan podido estar en contacto con saliva o secreciones, con el fin de evitar el contagio a otras personas.
El tratamiento más adecuado consiste en aliviar los síntomas mediante analgésicos y antitérmicos. En la mayor parte de los casos, la gripe se cura sola con las medidas habituales: beber abundantes líquidos (agua, zumos…) y utilizar los antitérmicos y analgésicos habituales, como el paracetamol, según las recomendaciones de los profesionales sanitarios, hasta recuperarse. Estos hábitos ayudarán a disminuir la transmisión del virus y serán la acción más efectiva para protegerse y proteger a los demás.
Frente a estos virus lo mejor es seguir unas buenas prácticas de higiene. Los buenos hábitos ayudan a disminuir la transmisión del virus y son la acción más efectiva para protegerse y proteger a los demás. Es muy importante evitar el contagio, especialmente al toser o estornudar, y para ello se recomienda:
•Utilizar pañuelos de papel para taparse la boca y la nariz cuando se tosa y se estornude. Si no se dispone de pañuelo de papel, se debe toser y estornudar sobre la manga de la ropa (en el hueco del codo) para evitar contaminar las manos.
•Tirar los pañuelos de papel después de utilizarlos.
•Lavarse a menudo las manos con agua y jabón.
•Mantener una buena ventilación de los espacios cerrados.
•Limpiar con frecuencia las superficies que se tocan con las manos como los pomos de las puertas, los interruptores…
• Los niños enfermos no deben acudir al colegio hasta que desaparezca la fiebre.
•Los trabajadores de cara al público y especialmente los sanitarios deben permanecer fuera del contacto con el público mientras estén enfermos.
La Consejería de Sanidad permanece atenta a la infección a través de la Red de Médicos Centinela informando semanalmente sobre la incidencia de la gripe y vigilando la tipología de virus circulante, en contacto con el Instituto Nacional de Epidemiología y la Red de Alertas en Salud Publica. Los datos son contrastados semanalmente con el conjunto de las comunidades autónomas.