París, 15 oct (dpa) – ¿Y ahora qué, Herr Löw? La respuesta a la pregunta que se hacen miles de hinchas en Alemania se conocerá mañana cuando la «Mannschaft» visite a Francia con el objetivo de frenar la espiral negativa que rodea al equipo desde el Mundial de Rusia.
La selección alemana de fútbol, dirigida por Joachim Löw, necesita reaccionar en la casa del actual campeón del mundo. Dar un golpe en la mesa. Ganar al equipo de Antoine Griezmann y Kylian Mbappé para recuperar parte de la autoestima que perdió en los últimos meses.
La eliminación en la fase de grupos de Mundial de Rusia abrió una herida que todavía está muy lejos de cicatrizar. Y aunque arrancó la nueva Liga de Naciones con un empate sin goles ante Francia en Múnich, continuó el sábado con una derrota por 3-0 ante Holanda.
«El equipo con sus campeones del mundo de 2014 parece agotado. Nada de esto funciona bien», escribió el domingo «Der Spiegel». «Ya es suficiente, ‘Jogi'», añadió hoy «Bild».
El partido será algo parecido a una final, tanto para la selección como para Löw, aunque el presidente de la Federación de Alemania, Reinhard Grindel, confirmó al técnico para la fecha internacional de noviembre.
«Somos conscientes de la situación en la que estamos», comentó por su parte el capitán de la selección, el portero Manuel Neuer, antes de la visita al Stade de France de París. «Debemos mejorar nuestro juego, pero también necesitamos el resultado».
Una victoria en París metería a Alemania de lleno en la pelea por el primer puesto del grupo en la Liga de Naciones, el único que da acceso a la «final four» de junio de 2019. Los alemanes están ahora mismo últimos con un punto, por detrás de Holanda (3) y Francia (5).
Por contra, una derrota colocaría a los de Löw en un callejón sin salida, sin depender de sí mismo para no caer a la segunda división, ya que el último de cada grupo desciende de categoría.
«Tenemos que ocultar el diluvio que tenemos encima», indicó Löw con la vista puesta en París. «Tenemos que lograr aquí al menos un punto y después vencer a Holanda en casa. En ese escenario tendremos alguna oportunidad», se esperanzó.
Los recuerdos de Alemania del Stade de France no son precisamente buenos. La última vez que el equipo de Löw visitó la casa de «Les Bleus» perdió 2-0 en un duelo que fue suspendido por los atentados terroristas de noviembre de 2015. Un año después, en la Eurocopa de 2016, Alemania empató 0-0 con Polonia en Saint Denis.
De momento no se sabe si Löw revolucionará el once en París. Voces como la de Lothar Matthäus le piden que deje a Neuer en el banquillo y algunos jugadores jóvenes como Timo Werner (22), Julian Brandt (22), Leroy Sané (22) e incluso Serge Gnabry (23) podrían tener una oportunidad.
Tras la «brutal derrota» ante Holanda, como él mismo la definió, Löw aseguró: «Los jóvenes han refrescado el juego en la segunda mitad, totalmente».
El principal problema de Alemania parece ser el gol. Lleva tres partidos seguidos entre Mundial y Liga de Naciones sin anotar y en los diez encuentros que ha jugado en 2018 logró apenas ocho tantos.
«Tener siempre mala suerte no es una casualidad», comentó el defensa Joshua Kimmich. «En algún momento tendremos que encontrar una solución», añadió Julian Draxler.
El entrenador de Francia, Didier Deschamps, podrá contar finalmente con Raphael Varena y Blaise Matuidi, que arrastraban molestias en los últimos días tras el 2-2 ante Islandia de la semana pasada.
«Alemania querrá arreglar la situación tan rápido como puedan», advirtió el lateral Lucas Hernández. «Van a hacer todo lo que puedan para mostrar a sus hinchas de que pueden dar la vuelta a esto».
Por Jens Mende y Klaus Bergmann (dpa)