(dpa) – La Fiscalía de Oldenburgo, en el norte de Alemania, abrirá una investigación contra granjas de huevos del estado federado de Baja Sajonia ante la sospecha de que pudieron infringir la ley alimentación y piensos, anunció hoy la portavoz del ministerio público, Gesa Weiss.
Las pesquisas se centrarán en varias productoras de la región que dieron positivo en Fipronil, un peligroso insecticida, tras ser sometidas a análisis.
A pesar de que tuvo su origen en Holanda, el escándalo de los huevos contaminados afecta también a Alemania, donde la mayor cadena de alimentación, Aldi, anunció la pasada semana la retirada de todos los huevos de sus estanterías como medida preventiva.
El descubrimiento de huevos que contenían el tóxico insecticida ya motivó la apertura de investigaciones judiciales en Holanda y en Bélgica, los otros dos países afectados.
El pasado 22 de julio se detectó la sustancia en los huevos de siete empresas holandesas. En los días siguientes se siguieron encontrando casos. El escándalo afecta también a cuatro granjas avícolas alemanas y a una empresa fantasma.
Según las investigaciones realizadas hasta el momento, la sustancia tóxica llegó a los gallineros a través de Dega-16, un líquido para combatir los piojos de las gallinas. Se cree que un productor belga mezcló el Dega-16 con el insecticida.
Los expertos no ven por el momento grandes riesgos por el consumo de huevos contaminados con Fipronil o de productos elaborados con ellos. Por el momento ya se retiraron millones de huevos en los que se detectó la sustancia.