Fráncfort (dpa) – La vendedora de libros se coloca unas gafas aparatosas y auriculares y se sujeta unas pequeñas cajitas a los pies. Su primer paso es algo dubitativo, pero luego comienza a caminar. En la realidad virtual de «Vonderland» es un conejo.
Para ella, el pabellón 4.1 de la Feria del Libro de Fráncfort, que finalizó la semana pasada, desapareció. Se encuentra en una isla tropical con una puesta de sol. Esta fue apenas una de las experiencias que se pudieron vivir en la famosa feria alemana, que este año se abrió paso hacia el futuro de la narrativa.
Siglas como RV, RA, IA -realidad virtual (RV), realidad aumentada (RA) e inteligencia artificial (IA)- abundan en esta edición de la muestra.
La feria liberó 800 metros cuadrados para el área nueva. Holger Volland, vicepresidente de la Feria del Libro de Fráncfort y autor del libro «El poder creativo de las máquinas», afirmó: «Cada vez hay más tecnologías que pueden contar historias. Y quisimos que la gente las pudiera experimentar».
Gerhard Lauer es profesor de Nueva Literatura Alemana y Digital Humanities en Basilea, Suiza. En su opinión, fue importante que la Feria del Libro se dedicara a la tecnología. «El sentido de la feria es orientar. Las editoriales y los vendedores de libros quieren saber: ‘¿cuál es el destino del viaje?'», señaló.
En su opinión, las editoriales que imprimen en papel y las online estuvieron durante mucho tiempo enfrentadas, pero hoy en día por suerte ya no es tan así. Por el contrario, cree que hay «una nueva convivencia entre el mundo digital y el analógico».
Para poder vivir este futuro, la Feria del Libro convocó a los expertos. El área existente desde 2016 «The Arts+» fue fusionado con la «Bienal de la Imagen en Movimiento», B3.
Juntos, estos dos socios llevaron 25 obras de realidad virtual a la feria. Allí hubo un video en 360 grados, una enorme pantalla con películas 3D, un mapa histórico animado de la antigua China y muchas cosas más.
El Museo Munch de Oslo dedicó una muestra a la inteligencia artificial: un algoritmo generaba en base a imágenes y textos del pintor noruego un «tono emocional» y buscaba la música que combinara con ellos en una base de datos.
Por su parte, la aplicación BUX ofrecía paseos en video y audio por Zúrich siguiendo los pasos del escritor y poeta suizo Gottfried Keller o del escritor irlandés James Joyce, a los que fueron añadidos explicaciones complementarias de realidad aumentada (RA).
¿Y cómo se verá el mundo del libro en diez años? El profesor Laurer cree que nuestro «hambre de historias» será el mismo, pero no la forma en que las compartimos.
«Habrá más posibilidades, más medios, más formatos. Si incorporamos el libro a nuestro medio ambiente digital, tendrá una oportunidad», opinó. En conversación con dpa, desarrolló un par de escenarios:
– Los ordenadores escriben textos. «La inteligencia artificial no reemplazará al autor, pero apoyará a las editoriales», dijo Lauer. «En el ámbito de las ciencias esto será de una importancia enorme y en este justo momento eso está estallando», señaló.
Los ordenadores pueden, por ejemplo, fabricar libros sobre determinados temas en base a artículos científicos. Lauer afirmó que un libro generado de esta manera cosechó gran éxito y opinó que para las editoriales científicas se abre allí un «mercado enorme».
– ¿Vale también esto para la literatura? En el caso de la poesía sería posible: una agencia vienesa alimentó un algoritmo con poesías y generó con ello un texto publicado en una antología.
Incluso, aunque las editoriales se ocupen de no difundirlo demasiado, se están usando programas de escritura para series más bien estereotipadas. Sin embargo, aún llevará bastante tiempo para que las máquinas puedan escribir buenas novelas.
– Los ordenadores evalúan textos: una start-up de Hamburgo llamada QualiFiction desarrolló «Lisa» en base a inteligencia artificial. Ésta analiza textos y busca predecir de esa forma éxitos editoriales.
El banco de datos es alimentado con best sellers y libros de menor éxito. Sus creadores dicen que el algoritmo puede evaluar su potencial de éxito en pocos segundos. Nueve editoriales y 400 autores ya lo usaron.
– Comunidades online: Las plataformas sociales son cada vez más importantes. Unos 80 millones de lectores intercambian textos a través de la plataforma Wattpad.
Hay autores muy populares en este mundo. Una de ellos es la alemana Marah Woolf, autora de varios títulos de «new romance». Según dice, vendió, sin editorial de por medio, un millón de libros electrónicos, audio-libros y libros de bolsillo.
– Análisis de datos: Con el data-mining o minería de datos sería posible encontrar el libro ideal para cada lector. Lauer dijo que sólo habría que combinar la cuenta de Facebook, el perfil en la plataforma de citas (dating) y los pedidos de Amazon.
Los lectores de libros digitales podrían informar posteriormente a la editorial cuán rápido, con qué frecuencia y hasta dónde son leídos los textos. Todos estos son datos ya están disponibles. Lo que aún falta es el debate público al respecto.
Por Sandra Trauner (dpa)