El Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) acoge desde hoy una exposición del escultor asturiano Herminio Álvarez con una veintena de piezas que se distribuyen entre el atrio y la sala de espera de pediatría del centro sanitario.
Con esta muestra, titulada Espacio Herminio, el hospital pretende abrir sus puertas a las artes plásticas y mostrar las posibilidades que ofrecen sus instalaciones para acoger actividades relacionadas con diferentes campos de la cultura, el deporte, la ciencia o el entretenimiento.
La exhibición se compone de cuatro esculturas exentas ubicadas en el atrio, otras dos móviles y una serie de cinco piezas colgadas de las paredes. Una de ellas, situada en la entrada, mide 540 centímetros, pesa 80 kilos y está suspendida y equilibrada en el aire por un único cable. Además, en el vestíbulo de pediatría se ha colocado una escultura exenta con forma de lapicero y una serie de tres vitrinas con escayolas.
La idea de esta exposición surgió pocos meses después de la apertura del HUCA, cuando se decidió poner en marcha una serie de iniciativas con el fin de abrir el hospital a toda la ciudadanía, en coherencia con su dimensión y su importancia como institución.
Además, el diseño arquitectónico del centro ofrece múltiples espacios, tanto interiores como exteriores, en los cuales el volumen, la luz y los reflejos permiten crear singulares salas de exposición permanente, abiertas a un público diverso.
La relación entre el arte y la salud aporta múltiples beneficios, ya que la simple contemplación de obras de arte contribuye a reducir el estrés y mejora las posibilidades de recuperación de los pacientes.
Para esta ocasión, Herminio ha seleccionado una veintena de obras, algunas de gran formato, entre las que sobresale la pieza de seis metros de longitud que cuelga, mediante hilo de fibra óptica, de la estructura que soporta la cubierta del atrio, a 12 metros de altura, y permanece suspendida y en ligero movimiento a cuatro metros del suelo.
El artista ha querido hacer partícipe de su trabajo a la población infantil, situando algunas de las pocas obras figurativas de su colección en el área de consultas pediátricas, como el enorme lápiz que mantiene el equilibrio en un espacio visualmente determinado por un gran marco blanco, o las esculturas en vitrina, que toman como principal elemento figurativo escayolas reales utilizadas por las nietas del autor.