Berlín/Saarbrücken, 25 ene (dpa) – Una agria disputa sobre la política migratoria estalló en Alemania a un mes de las elecciones generales, detonada por un ataque presuntamente a manos de un joven refugiado afgano que dejó dos muertos, incluido un niño de dos años.
El líder conservador Friedrich Merz, el candidato con más opciones a ser el próximo canciller de Alemania, anunció que presentará esta próxima semana mociones en el Parlamento para endurecer la ley de migración y busca socios entre los partidos de la fracasada coalición del canciller Olaf Scholz, los socialdemócratas, los verdes y los liberales.
Al mismo tiempo, Merz aseguró que seguirá en pie el llamado cordón sanitario frente a la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD).
El renovado debate se desencadenó por un ataque mortal, el último de una serie de incidentes luctuosos protagonizados por inmigrantes.
El miércoles, en Aschaffenburg, en el sur del país, un niño de dos años y un hombre resultaron muertos y otras dos personas gravemente heridas. Un afgano de 28 años al que se le había exigido abandonar el país fue arrestado como autor del ataque e internado en un hospital siquiátrico por orden de un juez.
Tras el incidente, Merz demandó endurecer masivamente las leyes de entrada y residencia y presentó un plan de cinco puntos con ese fin. El líder del bloque de la Unión Demócrata Cristiana (CDU) y su rama bávara Unión Social Cristiana (CSU) dijo en un principio que no le importaba con qué votos conseguiría la mayoría necesaria para aprobarlo.
«Y las presentaremos independientemente de quién esté de acuerdo con ellas», subrayó. Esto le valió numerosas críticas de que así estaba rompiendo el llamado cordón sanitario contra la ultraderecha.
Consultado hoy por los diarios del grupo «Heilbronner Stimme», Merz matizó que la AfD no recibiría por adelantado sus mociones. «Estamos dando a los grupos del antiguo gobierno de coalición los textos nuestros con la petición explícita de discutirlos durante el fin de semana y tratar de tomar una decisión conjunta la próxima semana», explicó. «La AfD no los recibirá».
«No habrá cooperación con la AfD. Todos pueden contar con ello», insistió en declaraciones al diario «Bild». «Los partidos centristas deben asumir su responsabilidad. Ese es el mejor remedio contra los extremos políticos de la derecha y la izquierda. Algo tiene que pasar ahora», urgió.
Merz dijo que en caso de ser jefe de gobierno, instruiría al Ministerio del Interior para que controlara todas las fronteras de forma permanente y evitara todas las entradas ilegales.
Asimismo, propuso que la Policía Federal pudiera solicitar órdenes de arresto, y demandó que aquellos a los que se les haya ordenado abandonar el país y sean detenidos no deberían ser puestos en libertad, sino bajo custodia o detención a la espera de su deportación, y deportados lo antes posible.
El líder democristiano alegó que está claro que las normas de asilo de la Unión Europea no están funcionando y que, por lo tanto, Alemania debe ejercer su derecho a dar prioridad a la legislación nacional.
El canciller Scholz, por su parte, criticó las propuestas afirmando que violan la Constitución.
«Si el líder de la oposición sugiere ahora que el canciller alemán debe hacer cosas que son incompatibles con la Constitución de este país y con los tratados europeos, entonces eso dice algo sobre su capacidad para ocupar un alto cargo en Alemania», dijo Scholz en un acto de campaña electoral su Partido Socialdemócrata (SPD) en Saarbrücken.
Scholz recordó que el derecho de asilo consagrado en la Ley Fundamental (Constitución) alemana fue una consecuencia de las experiencias con la dictadura nazi y sostuvo que no se puede cuestionar este derecho fundamental.
Por su parte, el copresidente de Los Verdes Felix Banaszak avisó que su partido no votará a favor de las mociones de los conservadores. «Y la CDU/CSU también debería pensar con mucho detenimiento si realmente quieren presentar estas mociones de esta forma», dijo a la emisora pública Deutschlandfunk.
El dirigente verde las calificó de «muy cuestionables» en su mayor parte, tanto en términos de derecho europeo como constitucional.
Sin embargo, Merz hizo referencia al artículo 72 del Tratado de la Unión Europea (UE), que delega la responsabilidad de proteger la seguridad interior a los Estados miembros.
El secretario parlamentario de la CDU Thorsten Frei señaló a Deutschlandfunk que el artículo 16a de la Constitución alemana establece que cualquier persona que entre a Alemania procedente de otro país de la UE no puede reclamar el derecho de asilo.
El líder del Partido Liberal (FDP), Christian Lindner, se sumó a la postura de los conservadores. «Una solución al problema le quitaría el viento a las velas a la AfD», dijo en relación a los ultraderechistas.
Paralelamente, varias organizaciones convocaron hoy a protestas contra la derecha y la ultraderecha. En Colonia se dieron cita a pesar de un tiempo lluvioso unas 40.000 personas, que participaron en una ruidosa marcha de protesta por el centro de la ciudad, con tambores y ollas. Muchas pancartas estaban dirigidas no solo contra la AfD, sino también explícitamente contra Merz.
En carteles de cartón que sostenían los manifestantes se leía «¡No a la coalición con la AfD!» y «A nadie le gustan los nazis excepto a Merz». En Berlín se congregaron cerca de 30.000 personas ante la Puerta de Brandeburgo para protestar contra la ultraderecha.