(dpa) – La décima generación del iPad se despide de algunas cosas conocidas, y les dice adiós a los bordes gruesos de la pantalla, al botón de inicio, al conector Lightning y, por último, pero no por ello menos importante, se deshace asimismo del conector de auriculares.
Al mismo tiempo, llega con cambios muy interesantes: colores vivos y, gracias al USB-C, fácil conexión de discos duros y pantallas externas. Además, la nueva generación ofrece un brillante sensor TouchID en el interruptor de encendido y apagado localizado en el borde del dispositivo.
Todo este sacrificio tiene un claro efecto: aunque el nuevo iPad es unos dos centímetros más corto que el modelo anterior, la pantalla ahora es más grande: 10,9 pulgadas (27,69 cm) de diagonal en lugar de las anteriores 10,2 pulgadas (25,91 cm). Carcasa más pequeña, pantalla más grande: un concepto que convence.
El nuevo iPad 10 cuenta con el chip A14 Bionic de Apple, ya conocido por el iPad Air (2020) y los distintos modelos de iPhone 12. Si bien el sistema no es exactamente nuevo, sigue siendo muy rápido.
Aunque muchos apenas notarán la actualización del chip, la nueva posición de la cámara en la parte delantera de la pantalla sí que se percibe inmediatamente. A diferencia del iPad Pro y el iPad mini, esta ya no se encuentra en el lado «corto», sino que se ha desplazado al centro del lado «largo». En las videollamadas con FaceTime, Zoom, Teams y otras aplicaciones, ahora se puede mirar directamente a los ojos del interlocutor.
El nuevo teclado del iPad (Magic Keyboard Folio) convence en todos los aspectos. El periférico permite configurar el iPad como un ordenador portátil y dispone de 14 teclas de función con las que se puede ajustar, entre otros, el volumen y el brillo de la pantalla. Si bien bastante costoso, el útil accesorio tiene un aspecto sólido y añade mucho valor al iPad.
Lo que no termina de convencer es la decisión de Apple de que el modelo básico de iPad solo pueda ser compatible con el Apple Pencil de primera generación. El primer Apple Pencil digital tiene un conector Lightning para el emparejamiento y la carga. Sin embargo, Apple ha decidido prescindir de este conector en el iPad 10.
Aunque Apple ha cambiado mucho en el iPad normal, muchas cosas siguen igual en el nuevo iPad Pro. Ambos modelos Pro (12,9 pulgadas y 11 pulgadas) tienen un nuevo procesador principal, el chip M2. Mientras que el iPad Pro ya era un monstruo de rendimiento con el procesador M1, con el M2 ahora se ha vuelto un poco más potente. No hay ninguna tableta Android que pueda estar a su altura.
En la versión profesional del procesador M2, la unidad gráfica accede a diez núcleos gráficos, no solo a ocho como en el MacBook Air. El trabajo de computación real lo realizan ocho núcleos de CPU, cuatro para las tareas cotidianas y otras especialmente intensivas. Esto convierte al iPad Pro en el dispositivo ideal para los profesionales del sector audiovisual que, por ejemplo, editan vídeos en resolución 4K con apps como Luma Fusion o DaVinci Resolve.
El iPad Pro ya puede utilizar el nuevo estándar Wi-Fi 6E. Sin embargo, para beneficiarse del mayor ancho de banda, se precisa un rúter compatible con Wi-Fi 6E.
Los usuarios del iPad Pro mirarán con envidia al iPad 10 más pequeño por dos cuestiones. En primer lugar, los profesionales también querrían tener la cámara para videoconferencias en el centro del lado más largo, pero en el Pro esta permanece en el lado corto. El reflejo de «querer tener» también se activará en el caso del teclado externo: aunque el «Magic Keyboard» es más caro, en el modelo Pro sus propietarios buscarán en vano las nuevas teclas de función del modelo Folio para el iPad 10.
Con el Apple Pencil, por otro lado, todo funciona mejor. Los modelos Pro son compatibles con la segunda generación del lápiz, que se puede cargar en el lado largo del iPad.
Con sus prestaciones, el iPad 10 le pisa los talones al iPad Air, de mayor categoría. El nuevo modelo destaca con funciones que ni siquiera el iPad Pro ofrece. Sin embargo, debido a los altos precios, ha perdido su condición de tableta de entrada. Este papel lo asume el modelo predecesor, el iPad de novena generación, que Apple sigue ofreciendo a un precio asequible.
Con el iPad Pro, Apple ha combinado mucha tecnología ya acreditada con un nuevo procesador. El rendimiento de esta tableta sin duda permitirá a la marca ocupar el puesto número uno en todos los rankings, lo que, por otro lado, redunda en un precio más que considerable.
Por Christoph Dernbach (dpa)