(dpa) – En el barrio Colaba, en el extremo sur de Bombay, se encuentra uno de todo: millonarios, vendedores ambulantes y vendedores de mercado, mendigos o turistas de todo el mundo.
Un adinerado novio indio baila con sus amigos junto a su limusina al son de una banda tradicional. Para la ceremonia, a la que se suman muchos curiosos, se cierra un tramo de la calle. Los invitados a la boda son generosos. Hasta un viejo vestido con harapos recibe refrescos y pasteles. A un par de calles de distancia los mendigos pasan la noche envueltos en periódicos.
Desde el cercano hotel Taj Mahal Palace, donde la suite más noble cuesta alrededor de 1.000 euros (unos 1.200 dólares), los huéspedes miran la boda, pero también pueden contemplar los botes que ondean en el agua, y La Puerta de la India, un imponente arco triunfal hecho de piedra que es uno de los monumentos más icónicos del país.
Incontables indios y turistas disfrutan del colorido espectáculo. Familias completas pasean, se sientan, hacen picnic. Muchas mujeres van vestidas con elegantes saris, algunas usan ropa tradicional musulmana. Bombay, una metrópolis de 20 millones de habitantes es un crisol cultural y religioso con una gran mayoría hindú.
Un sol que luce amarillo dorado se va poniendo, mientras las aguas del océano en el horizonte son cada vez más oscuras. Las lámparas de las barcas se reflejan en el agua.
Al australiano Bill, de 36 años , también le encanta el animado barrio de Colaba, que se considera muy turístico y bastante caro. «Vivo barato», dice este estudiante de Sidney. En el albergue cercano Backpacker Panda Colaba se paga por una cama en un dormitorio unos nueve euros (unos 10,9 dólares), Internet incluido. En otros barrios, se consigue una cama en un dormitorio por tres euros.
Turismo en la megalópolis
Bombay es la metrópolis de los contrastes, y esta afirmación no es un cliché. Desde los barrios bajos, se pasa por apestosas letrinas a las torres de apartamentos de lujo y a los estudios de cine con sus estrellas y protagonistas. Se trata de un recorrido por la ciudad que es muy solicitado por los turistas
En la Puerta de la India cientos de taxistas con sus coches negros y amarillos esperan clientes. Se puede negociar un recorrido de seis horas por unas 2.500 rupias, casi 30 euros (36 dólares). Casi todos los chóferes hablan inglés.
Usman Khan escucha atentamente los deseos de sus clientes. Luego se desplaza a lo largo de Marine Drive. Se puede ver a algunas mujeres posar para un fotógrafo a lo largo del muelle. En la amplia playa de arena más al norte los niños juegan y chapotean. La cadena de rascacielos al otro lado de la bahía se desdibuja en la niebla y el smog. El tráfico se hace más intenso.
Donde hacer la colada es una atracción
Khan tiene preparada una sorpresa para sus clientes. En un enorme patio trasero entre casas viejas y en parte destartaladas, docenas de hombres, algunos descamisados, lavan la ropa en grandes cubas de hormigón. A lo largo de 300 metros se ven tendidas sábanas blancas, batas y toallas que ondean al viento. Muchos clientes de esta lavandería al aire libre son hoteles. A lo largo y ancho sólo hay otro turista.
Dhobi Ghat ha instalado una plataforma desde la que poder observar las que probablemente sea la mayor «lavandería» del mundo. En la actualidad, las lonas y los tejados improvisados cubren en gran medida la vista de los hombres que lavan y que en el pasado fueron hasta unos 5.000.
Usman Khan también lleva a sus clientes al mercado de Crawford, el templo de Babulnath y la estación de Chhatrapati Shivaji, antes conocida como la estación Victoria, una estación de ferrocarril histórica y patrimonio de la humanidad de la UNESCO.
Visita al mayor «slum» de la India
Entre las excursiones organizadas más populares se encuentra la que recorre Dharavi, el barrio de infraviviendas en el que habitan dos millones de personas en un espacio reducido en el centro de Bombay, y una enorme zona que alberga los estudios de cine: Bollywood.
«El mayor ‘slum’ de la India». Con estos superlativos las agencias anuncian una visita a Dharavi. A pesar de la miseria, el distrito tiene un enorme poder económico. Residentes, organizaciones sin fines de lucro y operadores turísticos prudentes trabajan de manera conjunta.
«Pueden tomar fotos. Pero siempre pregunten antes», explica Guide Mayur, que acompaña a su huésped durante las cuatro horas que dura el recorrido a pie.
Un carro repleto de sacos pasa a duras penas por las estrechas callejuelas de este barrio de infraviviendas. Las puertas de entrada a las minúsculas viviendas están abiertas. El lugar tiene espacio para cocina de gas, esteras, tazones, ollas de metal y un pequeño televisor.
En los lugares a donde llega el sol se ven tazones, jarras y cubos. Los alfareros trabajan fuera. El plástico y otras cosas de los montones de basura se reciclan. Varios miles de pequeños talleres producen, reciclan, reparan.
Recorrido por la Ciudad del Cine
Desde esta barriada se llega a Bollywood, en el norte. El taxista se detiene en un pequeño y apestoso río lleno de basura. En las paredes de las casas cuelgan largas cajas rectangulares de madera directamente sobre el agua: son la versión local del retrete.
Si se sigue caminando, a lo largo de varios kilómetros se pasa por barrios marginales, rascacielos con oficinas y apartamentos de lujo, parques, vías férreas, autopistas y maleza.
Un simple arco rectangular sobre el que se puede leer «Film City Mumbai» da la bienvenida a los estudios de cine. Los guardias de seguridad revisan los ciclomotores, los tuk-tuks y a otros conductores.
Al lado del arco se puede ver a muchos indios y a un extranjero que espera su gira de casi dos horas en autobús entre grandes fotos de famosas estrellas de cine locales.
Los estudios de cine de Bollywood son el centro de la próspera industria cinematográfica de la India. El guía de camisa roja brillante está en su salsa, lleva a los turistas a los sets y estudios mientras va hablando del lugar.
Sí, Bollywood es enorme. Allí, en el puente romántico, muchas estrellas se besaron. Las mejores escenas de accidentes de coche se rodaron en esta ladera de la montaña. Y «no, no podemos entrar en los estudios», cuenta el guía a los visitantes.
Un niño en un autobús ve a un viejo trabajando con un machete y teniendo una animada discusión con una mujer. El menor pregunta: «¿Esto está siendo filmado?». Y el guía le responde: «No, esto es la vida cotidiana. Cientos de personas trabajan y viven aquí».
Cordero Masala y un «Bombay Blazer»
Y para cerrar, un recorrido por la gastronomía de Colaba. En la actualidad, las mujeres indias también van al «Gokol», muy cerca de la Puerta de la India.
Hace tan solo 20 años, los restaurantes y bares con alcohol eran un negocio de hombres. Una cena para dos personas cuesta unos 12 euros (unos 14,5 dólares) e incluye pollo al curry, cordero masala, agua, tónica, hielo y una pequeña botella de ginebra.
Tres calles más allá, se ubica el famoso «Café Leopold», que data de 1871 y es más caro. En los atentados de noviembre de 2008 murieron en este lugar ocho personas. El ataque atribuido a islamistas pakistaníes costó la vida en total a 166 personas.
Umakant Kanddapally trabaja desde hace 25 años en el bar Harbour del hotel Taj Mahal Palace. Mientras prepara un combinado especial, el Bombay Blazer, comenta: «Bombay se levanta una y otra vez. Ya sea después de desastres naturales, ataques brutales u otras crisis importantes».
INFORMACIÓN SOBRE BOMBAY
Llegada: Los viajeros procedentes de Europa suelen llegar al aeropuerto internacional de Bombay haciendo escala antes en Dubai, Abu Dhabi o Doha, por ejemplo.
Salud: Se recomienda a los viajeros vacunarse contra la hepatitis A y la fiebre tifoidea, y para estancias más largas también contra la rabia, la hepatitis B y la encefalitis japonesa. Según el perfil del viaje, la quimioprofilaxis con comprimidos contra el paludismo puede ser útil. Durante el viaje los viajeros deben protegerse todo el tiempo contra las picaduras de mosquitos.
Situación por el coronavirus: Los viajes internacionales comerciales están actualmente prohibidos debido al coronavirus. Las entradas de turistas seguirán estando prohibidas hasta nuevo aviso. India está particularmente afectada por la pandemia, con miles de nuevos casos de infección cada día.
Por Bernd Kubisch (dpa)