Según la Unesco, este tipo de nombramiento se otorga a toda tradición o expresión cultural heredada de nuestros antepasados y transmitida a nuestros descendientes, tales como: tradiciones orales, usos sociales, rituales y actos festivos; además de conocimientos y prácticas relativos a la naturaleza y el universo, así como saberes y técnicas vinculados a la artesanía tradicional. Por tanto, es visto como un depósito de la diversidad cultural y la expresión creativa, así como una fuerza motriz para las culturas vivas.
En la actualidad, y como resultado de la globalización, este tipo de tradiciones se encuentran en peligro debido a la transformación social de la que es victima cada uno de los pueblos del mundo; y es por eso que con esta declaratoria la Unesco alienta a las comunidades a proteger y promover ese patrimonio.
La Charrería se integra a tradiciones mexicanas de gran importancia que son consideradas representativas de nuestro país y relevantes para la cultura mundial.
La importancia del patrimonio cultural inmaterial estriba en el acervo de conocimientos y técnicas que son transmitidas de generación en generación. En este caso, la Charrería se integró gracias a que se consideran un medio que transmite valores sociales como el respeto y la igualdad entre todos los miembros de la comunidad contribuyendo a la cohesión social.
Con esta declaratoria, México se convierte en el país de América Latina con más inscripciones en la lista de patrimonios de la Unesco, entre las que se encuentran: la festividad del Día de Muertos y el Mariachi.
Breve historia
Tiene su origen en el estado de Hidalgo, pero no fue sino hasta después de que la Reforma Agraria terminara con las grandes haciendas y que muchos de sus hacendados y allegados se asentaran en ciudades como México y Guadalajara que se formalizó como deporte. Pues ya lejos de su hogar, se comenzaron a reunir para realizar actividades basadas en la tradición ganadera que habían dejado atrás.
La Asociación Nacional de Charros A.C. se funda en junio de 1921, surgiendo así la Charrería, tal y como la conocemos ahora y convirtiéndose en el único deporte nacional.
Algunos tipos de suertes Charras
- Cala. Consiste en lograr que el caballo se frene en un solo tiempo después de galoparlo a toda velocidad, además de hacerlo girar en una sola pata.
- Piales. Se debe de detener a una yegua lazándola de la parte trasera.
- Colas. El charro montado en su caballo debe de tomar por la cola al toro y derribarlo.
- Jineteo de toro y yegua. El jinete debe de montar a un toro o yegua, y permanecer sobre él hasta calmarlo.
- Terna en el ruedo. Tres charros lazadores montados a caballo y en una condición de equipo deberán lazar a un toro, pialarlo y derribarlo.
- Manganas a pie o a caballo. Un charro situado en cualquier lugar del ruedo debe de lazar la parte delantera del caballo y derribarlo.
Curiosidades
- Actualmente la Charrería es considerada reserva del Ejército en la rama de caballería.
- Es el único deporte en el cual pueden quedarse a deber puntos.
- Los charros no perciben sueldo por actuar.
- Las «suertes» son llamadas así porque el éxito de la ejecución depende en gran parte de la voluntad del toro, caballo o yegua con la que se realicen.
- Durante sus viajes, Maximiliano de Habsburgo gustaba de la vestimenta charra y de la compañía de la que llamaba «gente de a caballo».
Charros del cine mexicano y sus películas
- Eulalio González «Piporro». La Valentina y Me gustan valentones.
- Miguel Aceves Mejía. Cartas a Ufemia y Cuatro copas.
- Antonio Aguilar. La cama de piedra y Albur de amor.
- Tito Guízar. Allá en el rancho grande y El ranchero audaz
- Pedro Armendáriz. Enamorada y Flor silvestre.
- Pedro Infante. Los tres García y Los hijos de María Morales.
- Luis Aguilar. Bendito entre las mujeres y Primero soy mexicano.
- Jorge Negrete. Dos tipos de cuidado y Me he de comer
esa tuna.
La noticia «La Charrería, Patrimonio Cultural de la Humanidad» fue publicada en Revista Mira