La población española está envejeciendo, tal y como lo indica el INE (Instituto Nacional de Estadística). Si se mantiene la tendencia actual, el porcentaje de población mayor de 65 años, que en 2014 era del 18,2%, pasaría a ser del 24,9% en 2029. Además, la esperanza de vida aumenta y cada vez hay más personas que llegan y superan los 80 años de edad. Se incrementa también, por tanto, la tasa de dependencia debido a las dificultades para realizar las actividades diarias en este grupo de la sociedad, de edades avanzadas.
Como consecuencia de esta situación, los centros sociosanitarios, residencias, centros de día, etc. que atienden a personas dependientes, están teniendo un considerable aumento de usuarios. Continuamente se demandan nuevos profesionales de este sector. En este marco, el trabajo de cuidador y gerocultor se convierte en una de las profesiones con mayores salidas profesionales.
El cuidador y gerocultor, lo que comúnmente conocemos como auxiliar de geriatría, se encarga de asistir y ayudar a las personas en la realización de las actividades de la vida diaria. El auxiliar sociosanitario será de gran ayuda para estas personas privadas de su autonomía. Estas personas, son las consideradas personas dependientes. Y no incluyen únicamente a personas de la tercera edad, sino a cualquier persona que precise del apoyo de un cuidador profesional. Es el caso de personas con enfermedades crónicas o alguna discapacidad física o psíquica.
Esta realidad ya hace tiempo que se veía venir, y seguramente por ello el Consejo Territorial del Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia estableció que para el 31 de Diciembre de 2017 todos los trabajadores encargados de realizar tareas de atención a la dependencia deberían reunir unos requisitos de cualificación profesional mínimos. En concreto, deberían disponer como mínimo de la titulación del Certificado de Profesionalidad de Atención Sociosanitaria a Personas Dependientes en Instituciones Sociales (SSCS0208).
Con ello, se pretende dotar de mayor calidad y profesionalidad a estas ocupaciones cada vez más demandadas y que ganan un peso importante dentro del sector sociosanitario. Regulando mediante la obligatoriedad de unos requisitos mínimos en forma de certificación profesional, se pretende unificar y hacer comunes los conocimientos necesarios para desarrollar la profesión. Hasta ahora, la falta de esta regulación, hacía que personas con distinto nivel de conocimiento en la materia, o incluso sin ellos, ocuparan puestos de atención a personas dependientes.
Es por todo esto, que el Certificado de Profesionalidad de Atención Sociosanitaria a Personas Dependientes en Instituciones Sociales se está convirtiendo también, en una de las formaciones profesionales más demandadas. El Certificado de Profesionalidad de Escola d’Oficis Catalunya, siguiendo las normativas vigentes, consta de un programa concentrado en 370 horas teóricas más 80 de prácticas. En muy poco tiempo se consigue una titulación oficial y relevante en el mercado laboral.
Su completo temario abarca los aspectos más útiles y necesarios para poder desempeñar trabajos como: atención sanitaria; asistencia y cuidados en la higiene y alimentación; protocolos de actuación; soporte psicológico a los usuarios; acompañamiento en las actividades de la vida diaria etc.
En las 80 horas de prácticas restantes que incluye el CP, el alumno podrá tener un primer contacto con la realidad laboral del sector. Sin duda, una profesión que requiere de habilidades tanto sanitarias como sociales. El paciente sociosanitario requerirá un trato cercano y humano, más allá de la profesionalidad y los conocimientos adquiridos en las formaciones.
Apostar por estudiar el Certificado de Profesionalidad de Atención Sociosanitaria a Personas Dependientes en Instituciones Sociales es una decisión acertada para personas con vocación por el apoyo a las personas con dependencia.