Múnich, 1 oct (dpa) – El presidente de la junta directiva del Bayern Múnich, Oliver Kahn, destacó tras la victoria por 4-0 del viernes ante el Bayer Leverkusen que dominar el terreno de juego es cuestión de tener un líder, que identificó con el joven Jamal Musiala.
El directivo del Bayern no quiso restar importancia a la primera parte contra el alarmantemente impotente Leverkusen, pero tampoco quiso exagerarla. Y por eso, tras la victoria en el Allianz Arena, recomendó trabajo al conjunto de estrellas que rodean a Musiala.
«Por supuesto, fue muy importante que el equipo saliera adelante», dijo Kahn. Y luego vinieron frases de advertencia: «Fue un primer paso en la dirección correcta. Pero creo que todos haríamos bien ahora en no poner nuestras miras demasiado altas».
Kahn obvió los cuatro partidos de liga sin ganar: «Se ve que si el equipo está concentrado y todo el mundo está dispuesto a hacer su trabajo al cien por cien, los chicos no tienen que preocuparse mucho. Pero se trata de mostrar esta actitud partido tras partido».
Y esa actitud es esperada el martes en la Liga de Campeones contra el Viktoria Pilsen y aún más el próximo sábado en el «Klassiker» alemán frente al Borussia Dortmund. «Queremos seguir así e ir a Dortmund con buenas sensaciones», dijo el capitán Manuel Neuer.
Tras una actuación que volvió a ser propia del Bayern y que se vio coronada por cuatro goles en ataque de Leroy Sané, Musiala, Sadio Mané y Thomas Müller, todo el mundo en el club pudo respirar aliviado, incluido Julian Nagelsmann.
«Fue importante desde el punto de vista personal, para el club, para el equipo», resumió el entrenador de 35 años. «Fue una buena reacción a los resultados de los últimos tiempos», agregó.
Durante la pausa de selecciones, Nagelsmann experimentó por primera vez el impacto que un desequilibrio deportivo en el Bayern puede tener en un entrenador. «No hemos jugado tantos partidos malos, eso es lo extraño de la situación», lamentó.
En una entrevista para el canal público ARD, se quejó: «Hay que intentar trabajar en las soluciones y no decir las cosas con afán de polémica y pintar todo negro». Musiala ya percibió a un Nagelsmann tenso: «Ya había presión sobre el entrenador».
El internacional de 19 años fue el principal responsable de la recuperación tras 13 partidos de competición. Regateó y fintó a su antojo, participó en tres tantos como goleador o asistente y deleitó a los 75.000 espectadores que acudieron al Allianz Arena.
Incluso Kahn, que habitualmente siempre tiene un «sí, pero», mostró entusiasmo: «Jamal demuestra partido a partido de lo que es capaz. Consigue acercarse a su máximo nivel de rendimiento partido tras partido. Es el que nos está dando muchas alegrías en este momento».
El capitán Neuer llegó a nombrar a Musiala «jugador clave» del Bayern y de la selección alemana y lo señaló como «el responsable a menudo de las situaciones decisivas».
Sorprendentemente, el joven pasó de repente al primer plano también en sus declaraciones. «Teníamos mucha hambre. Queríamos demostrar lo que podemos hacer», dijo el hombre de la noche.
Musiala se está convirtiendo en el líder que Mané también quiere y debe ser. El hecho de que el jugador de 30 años pusiera fin a su sequía goleadora -asistido por Musiala- fue «un momento liberador» no solo para el senegalés, como declaró un feliz Nagelsmann.
«Sí, se sufre con él», dijo Kahn sobre el senegalés: «Es un gran tipo. Trabaja enormemente. El hecho de que luego marcara el gol fue una alegría muy especial para nosotros».
Musiala brillante, Mané feliz, Nagelsmann satisfecho: el Bayern se recuperó. «Claro, estábamos en una mala situación, y ese fue un primer paso para salir de ella», declaró Leon Goretzka.
«A mí también me gustaría estar en una crisis como la del Bayern con mi equipo», sentenció por su parte Kerem Demirbay, del Leverkusen, ante la sombría y amenazante situación que se cierne sobre su grupo y su entrenador, el hispano-suizo Gerardo Seoane.
Por Klaus Bergmann (dpa)